La reforma energética y el presidente Enrique Peña Nieto remataron el "desmantelamiento" de la industria petrolera en México, una realidad que debería revertir el futuro mandatario y que atenta contra el espíritu de la expropiación petrolera de 1938, dijo hoy el político Cuauhtémoc Cárdenas.
"Se culmina el desmantelamiento de la industria petrolera nacional y se entrega lo que queda y puede quedar hacia adelante a consorcios extranjeros", lamentó Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas, el presidente de México que el 18 de marzo de 1938 nacionalizó el petróleo.
Fue un hecho histórico para el país pero que dio un giro de 180 grados tras la aprobación en 2013 de la reforma energética impulsada por Peña Nieto con el respaldo de los principales partidos, que abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
Para Cuauhtémoc Cárdenas (Ciudad de México, 1934), fundador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y excandidato presidencial, se necesita una "política petrolera" que garantice "un futuro más razonable".
Por ello, configuró junto a un grupo de expertos la plataforma "Por México Hoy", que pide revertir la reforma energética y otorgar el control del petróleo a la ciudadanía.
Y lo hace también en clave electoral, a la espera de que el presidente de México que salga elegido de los comicios del 1 de julio atienda la problemática energética que, entre otros puntos, también llevó al "desmantelamiento" de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), fundada meses después de la nacionalización.
A Pemex, inmersa en un proceso de renovación y austeridad presupuestaria y sobre la que planean casos de corrupción como el caso Odebrecht, "se le niegan recursos, obtiene campos para explotar y se los quitan, realiza estudios y los usan consorcios petroleros" extranjeros, lamentó el político.
Es por ello que la seguridad energética debería estar en la agenda electoral de los candidatos, aunque hasta el momento no parece ser tema central en unos comicios en que la corrupción, la violencia y las disputas entre contendientes acaparan titulares.
"(El petróleo) es un tema polémico para algunos, mientras que otros tenemos una posición clara y definida. Quienes no toman decisiones (al respecto) creen quedar bien con el sector negocios y los extranjeros, pero a mí me parece una posición equivocada", apuntó.
Para Cárdenas, que hoy se desempeña como coordinador general de Asuntos Internacionales de Ciudad de México y fue alcalde capitalino de 1997 a 1999, "en el voto, los mexicanos tenemos que dar a la cuestión petrolera una parte fundamental".
Al cumplirse 80 años de la nacionalización petrolera, Cárdenas expresó su anhelo de suprimir la reforma energética y recuperar la pujanza de la industria petrolera en México, un sector con una balanza comercial deficitaria en casi 20.000 millones de dólares en 2017.
"Voy a luchar e insistir en que esto revierta, y que se recuperen las facultades del Estado para conducir la política de interés general a partir de la industria petrolera. Ahora no hay estas condiciones", dijo, y deploró que el Estado "se ha arrebatado a sí mismo la facultad" de controlar el sector petrolero.
La obra de gobierno más relevante de su padre, que cambió el rumbo de México, debería ser también un ejemplo de diplomacia y defensa de los intereses de la nación pese a presiones externas, sostuvo, y un paralelismo claro es la actual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
"La forma de actuar (de México) es simplemente de subordinación y aceptación total de los requerimientos, exigencia e imposiciones de Estados Unidos", aseguró sobre la renovación del convenio comercial.
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