El caso del exdirector de Pemex Emilio Lozoya, acusado de recibir sobornos de Odebrecht, tuvo este miércoles un brusco giro de guión al entrar en prisión preventiva después de que la Fiscalía diera por roto el polémico acuerdo que lo había mantenido lejos de la cárcel durante un año.
A petición del Ministerio Público, el juez Artemio Zúñiga lo encerró en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México a la espera del juicio, cuya fecha podría decidirse en una audiencia programada para el próximo 3 de diciembre.
INESPERADO GIRO DE GUIÓN
Lozoya, director de la petrolera estatal durante el Gobierno de Enrique Peña Neto (2012-2018), fue capturado el año pasado en España y extraditado a México, donde cerró un polémico acuerdo con la Fiscalía para no pisar la cárcel a cambio de inculpar a decenas de políticos, incluido al mismo expresidente Peña Nieto.
Tras aterrizar en México tomó declaración desde el hospital por una supuesta anemia, quedó en libertad con un brazalete geolocalizador y hasta ahora había participado en todas las audiencias por videoconferencia.
Pero este miércoles el juez le obligó a acudir de forma presencial en el Reclusorio Norte, donde llegó en camioneta junto a sus abogados y su madre, también vinculada al caso, y rehusó dar declaraciones a los muchos medios concentrados en la puerta.
En el interior, el Ministerio Público dio la sorpresa al pedir prisión preventiva al considerar que el acusado ya no cumple con el criterio de oportunidad, una figura similar a la de testigo protegido, y que tiene recursos para huir del país.
Este sorpresivo giro de guión llega después de que Lozoya fuera captado el mes pasado comiendo con amigos en un lujoso restaurante asiático de la capital, lo que provocó enorme indignación en el país e incluso fue condenado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Según la prensa local, estas polémicas imágenes generaron un enfado mayúsculo del fiscal general, Alejandro Gertz Manero.
La petición de cárcel fue apoyada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del Gobierno federal y por la actual dirección de Pemex, que participan como acusación en el caso.
Además de Odebrecht, Lozoya tiene otro proceso abierto por la presunta compra a sobreprecio de un planta inservible de fertilizantes cuando dirigía la petrolera estatal.
El coordinador del partido Morena en el Senado mexicano, Ricardo Monreal Ávila, señaló este miércoles que se le ha dedicado demasiado tiempo al proceso penal contra Lozoya, pero "la justicia no puede mantenerse en una tardanza indefinida" y el juez de control debe proceder contra quien resulte responsable.
"Me parece demasiado tiempo el que se ha destinado a este proceso, sin que haya todavía claridad sobre los elementos de responsabilidad de los presuntos culpables", dijo a medios.
Además, señaló que es momento de revisar la figura jurídica de testigo protegido, de la cual goza Lozoya, para que "sea más eficaz y contundente".
CAUSA ABIERTA CONTRA LA ÉLITE
El caso de Lozoya generó un auténtico terremoto en México porque, a fin de librar la cárcel, inculpó a Peña Nieto y al exsecretario de Hacienda y Exteriores Luis Videgaray, a quienes acusó de haber usado los sobornos de Odebrecht para la campaña electoral de 2012 y para comprar el voto a favor de la oposición a la reforma energética de 2013.
Apenas el mes pasado, la Fiscalía sostenía que Lozoya había aportado "diversas pruebas" que le han permitido "judicializar a un primer grupo de legisladores que recibieron sobornos millonarios para votar en favor de las pretensiones de Odebrecht".
Hasta ahora el único que estaba entre rejas por este asunto era el exsenador Jorge Luis Lavalle, del Partido Acción Nacional (PAN), en prisión preventiva desde abril.
Además, el Ministerio Público acusa al excandidato presidencial del PAN Ricardo Anya de haberse embolsado 6,8 millones de pesos (336.000 dólares) por su voto a favor de la reforma.
Anaya, quien se encuentra fuera de México, ha denunciado una persecución en su contra del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, porque quiere repetir como candidato de la derecha en 2024.
Este día, el presidente del PAN, Marko Cortés, señaló que con la detención de Lozoya se debe llegar a fondo en el caso Odebrecht y castigar la corrupción.
Además, calificó como una buena señal del Poder Judicial la prisión preventiva dictada en contra del ex director de Pemex y dijo que "si los excesos (de Lozoya) no hubieran sido exhibidos por los medios de comunicación, Lozoya seguiría cenando en los mejores restaurantes del país", apuntó.
Según algunas filtraciones, la Fiscalía también prepara acusaciones contra el expresidente Peña Nieto, quien vive en España, y contra el exministro Videgaray, que da clases en Estados Unidos.
Hasta ahora, la única de la Administración de Peña Nieto en la cárcel era la exsecretaria de Desarrollo Rosario Robles, quien lleva dos años en prisión preventiva por un caso de desvío de fondos.
La Fiscalía había justificado el trato diferencial con Lozoya porque el exdirector de Pemex colaboraba con la justicia y la exsecretaria no.
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