Los funcionarios de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) envueltos en el caso de corrupción conocido como La Estafa Maestra deberán dejar el cargo mientras sigue la investigación, anunció este jueves el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
"Informarles que la Secretaría de la Función Pública (SFP) va a dar a conocer su dictamen acerca de funcionarios que fueron contratados en Pemex y que presuntamente participaron en lo que se conoce como La Estafa Maestra", apuntó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Agregó que se pediría "a estos servidores públicos que dejen sus cargos y que se termine la investigación que está en curso".
"No podemos nosotros tolerar nada que tenga que ver con la corrupción. Ni siquiera, aceptar sospechas", agregó el líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que aseguró que no se "protegerá a nadie" ante algún acto de corrupción.
En 2017, el portal de noticias Animal Político y la organización Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) publicaron que el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) había usado "empresas fantasma" para desviar recursos mediante convenios fraudulentos por el valor de 7.670 millones de pesos (402 millones de dólares).
Este dinero habría sido entregado entre 2013 y 2014 a 186 empresas, pero 128 de ellas no disponían de la infraestructura ni de la personalidad jurídica para prestar servicios.
En días recientes, el nuevo fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, informó que se está investigando a unos 60 funcionarios federales por este caso de corrupción.
Acerca del combate al robo de hidrocarburos y los problemas de escasez, el director general de Pemex, Octavio Romero, aseveró que las ventas de gasolinas prueban que se está en "vías de regularizar el abasto" en casi todo el país.
Al hablar del mercado ilícito de combustibles, destacó que en promedio se robaban 56.000 barriles diarios en 2018, alcanzando un pico de 81.000 barriles sustraídos ilegalmente en noviembre pasado.
Sin embargo, el 29 de enero, se logró bajar la cifra hasta los 3.000 barriles diarios, aumentando además la capacidad de transporte por oleoducto, lo que probaría que han disminuido los sabotajes.
"Esto nos lleva pensar, sin confiarnos, que muy pronto vamos a normalizar el abasto sin el robo que se hacía de combustible", agregó el líder izquierdista.
Confió en que luchando contra el robo de combustibles se evitarán pérdidas para Pemex de hasta 40.000 millones de pesos (unos 2.100 millones de dólares) este año.
Desde que llegó al poder el 1 de diciembre pasado, López Obrador comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos que se realiza a través de los ductos de Pemex, delito que genera pérdidas millonarias para la compañía.
Para tal fin, se reforzó con miles de agentes la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con camiones cisterna, lo que ha ha causado una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, ya prácticamente solucionada, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico.
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