Si ya lo habían hecho doce y seis años atrás, ¿por qué no intentarlo nuevamente? Y trataron - y lo siguen haciendo- de descarrilar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República. Pero ahora, el tiro les salió por la culata, ya que el crecimiento del líder de Morena ha sido inimaginable. Y puede romper la cifra de votos de cualquier otra elección seria, no las primeras del PRI con paleros a modo.
Los empresarios más importantes (luego que fracasó la intentona de Carlos Slim respecto a defender un próximo aeropuerto donde los plazos formales y las cuentas se enredan más), fueron a exigirle a Peña Nieto que bajará a José Antonio Meade y apuntalara la candidatura de Ricardo Anaya; Enrique les dijo que no por los pleitos con el panista y debido a que hacerlo llevaría a la liquidación total del PRI. Después embistieron haciendo un llamado a sus mandos medios y trabajadores para que no votaran a favor de López Obrador por ser populista- algo que hicieron antes con anuncios reciclados-, pero hubo no sólo repudio de los que laboran en sus empresas, sino de diferentes grupos que ven una injerencia indebida y patriarcal en las elecciones de unos pocos millonarios; tan fracasó el intento que El Palacio de Hierro sacó un inusitado desplegado donde reafirma su absoluto respeto al “derecho al voto libre y secreto” (La Jornada, 1 de junio). E incluso el industrial y emprendedor, Dionisio Garza Medina dijo: quienes no han sobornado a funcionarios no tienen miedo al futuro (Reforma, Margarita Ríos Farjat, 2 de junio).
Los millonarios como Claudio X González (Kimberly Clark), Germán Larrea (Grupo México), Alberto Bailleres (El Palacio de Hierro), Eduardo Tricio (leche Lala) y Hernández Pons (Herdez) y algunos más han perdido varias batallas, les queda, es cierto, la posibilidad de machacar hasta el cansancio en anuncios mentirosos acerca de los peligros y las supuestas derrotas de López Obrador, pero su impacto lejos de ser contrario al morenista traerá como resultado que en lugar de bajarlo lo hagan crecer más.
Ello porque un pueblo agredido que ve como Trump se burla de nosotros, donde la violencia alcanza mayor amplitud y la corrupción es algo que se permite y no se combate- el reciente caso de Karime Macías es el descaro total-, quiere un nuevo rumbo de país, el cual se logrará si los que estamos por la transformación no aflojamos el paso hasta el 1 de julio.
@jamelendez44
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