Si en noviembre de 2017, los suspirantes a la Silla Embrujada arrancaron casi parejos, dos meses después la ventaja del antes Peje, hoy automotejado como Andrés Manuelovich, es de once puntos de su más cercano perseguidor, Ricardo Anaya (38 por ciento a 27 por ciento), y en tercer lugar y bajando se encuentra: PepeMid.
Por eso, insiste absurdamente en hacer apariciones públicas Enrique Peña Nieto, y señalar que es necesario “asimilar logros del sexenio y desterrar lo que algunos llaman ese irracional enojo social”. Pero lejos de ganar popularidad él o traspasársela al ex secretario de Hacienda, sus negativos van en aumento.
Un ejemplo reciente, de ingobernabilidad: ahora ya no únicamente se roba gasolina, sino incluso han empezado a sustraer ilícitamente el gas, el cual aumentó en 60 por ciento en 14 meses (Editorial de El Universal, 13 de febrero), en tanto el salario mínimo creció ridículamente, y se anuncia que bajará su poder adquisitivo en el primer semestre de 2018 (BBVA- Bancomer, en Reforma, 14 de febrero).
Que la percepción es que Morena va adelante, lo muestra que el Parlamento Europeo en un documento de circulación restringida ha mencionado que López Obrador es el puntero y seguramente ganará; situando a Ricardo Anaya en segundo lugar y a Meade en tercero (El Universal, 13 de febrero).
Asimismo, la oficina de inteligencia de Estados Unidos, ha dicho que se fortalece la oposición en diversas partes, entre ellas México (La Jornada, 13 de febrero). Y señaló que los problemas económicos, de seguridad, de corrupción son bastante amplios y aumentan con el paso del tiempo.
Bueno, hasta el que hace poco renunció a su senaduría, el panista Roberto Gil Zuhart, ha mencionado que es necesario escuchar y no satanizar a López Obrador. Amén que un diputado del PRI, Otniel García, ya dejó su agrupación y se fue a Morena. Algo que continúan haciendo militantes del PRD y del PAN.
¿Por qué la desesperación del PRI- Gobierno?
Aparte que Meade no ha sido más que un fiel soldado de Peña Nieto, ya que el ejecutivo mandó a su equipo: Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño y demás generales que están hechos bola a dirigir la campaña de este año, la propaganda que han emprendido y los dichos de los tricolores son lamentables.
Por ejemplo, un anuncio donde salía haciendo las compras del supermercado la señora Juana Cuevas de Meade tuvo presencia en 400 mil usuarios de las redes, pero 75 por ciento de los que vieron el anuncio consideró una burla el asunto. Lo mismo el querer engañar que José Antonio viajaba en autobús, cuando en realidad lo hacía en un transporte en un aeropuerto, trajo la reprobación de 70 mil personas de 100 mil que vieron el comercial (Alonso Cedeño, El Universal, 13 de febrero).
Recientemente ocurrieron dos actos reprobables.
El bocón de Enrique Ochoa Reza (que obtuvo en su retiro de la CFE una cantidad millonaria y es dueño de una flotilla de taxis), quiso cotorrear y alburear a los de Morena, y sobre todo a los priistas que se van a dicha agrupación y señaló: Ya no son de Morena, son Prietos y no aprietan. Tan desafortunadas palabras las retiró de inmediato ante el enojo de los cobrizos mexicanos.
Por otro lado, el nada político Mikel Arreola, que hace el esfuerzo inenarrable para situarse en la pelea por Ciudad de México, se lanzó contra la legalización de la mariguana, las parejas homoparentales, la posibilidad que ellas puedan adoptar y la legalización de los matrimonios del mismo sexo. Poco le faltó por pedir el regreso del cardenal Norberto Rivera Carrera y elogiar a los pederastas.
Pero el señor Meade también la regó en serio. En un mitin en Tlalnepantla, rodeado de cartuchos quemados como el ex gobernador y secuestrador de niños, Arturo Montiel, dijo que el PRI ganaría en 2018 como lo hizo antes en el estado de México. Lugar donde el fraude, el acarreo, el manejo de urnas y el desaseo electoral fue lo que posibilitó un supuesto triunfo como en la época del partido único.
Por su parte, Ricardo Anaya, quien denunció con un video que el Cisen lo sigue a todos lados, ante lo cual el nuevo secretario de Gobernación, Alfredo Navarrete Prida, dijo que era normal aunque sin espiar a nadie (sic que se cuelga del alambre), fue exhibido por el reportero Álvaro Delgado (Revista Proceso, número 2153) en sus negocios inmobiliarios y sus transas mil. Y cada vez que el panista que maneja al PRD y MC se quiere cortar la soga de la corrupción, más se enreda como lo presenta el mencionado Álvaro en un artículo de El Heraldo de México (13 de febrero).
Estamos en tiempos de pausa, donde seguramente tendremos una cantidad de anuncios gubernamentales antes que el 30 de marzo se inicie la campaña normal, algo que muestra el barroquismo del INE. Pero no obstante que se insista en que el rumbo del peñismo tiene logros, a ciudadanía sabe y siente que este sexenio fue terrible para la mayoría.
Claro, los medios televisivos tratarán de fortalecer a su principal propagandista, la administración que todavía padecemos. Ello lo vimos en una entrevista de José Antonio González Anaya, secretario de Hacienda, en el noticiario Despierta: ante las preguntas acerca de si aumentará la gasolina, si tendremos problemas económicos más adelante y si crecerán los precios de los artículos básicos, la salida del concuño de Carlos Salinas fue de antología: todo se fija por el precio internacional (sic que se queda alelado).
Con todo, mientras Manuelovich tiene dos millones 507 mil participantes en Facebook y avanza con cuatro mil diarios, Anaya y Meade están a la mitad del puntero y suman pocos cada día. Quizás en eso estriba la diferencia actual entre los tres.
@jamelendez44
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