Candidatos mexicanos coinciden en combatir inseguridad para impulsar turismo

Los candidatos a la Presidencia mexicana coincidieron hoy en la necesidad de combatir la inseguridad, reducir las desigualdades y mejorar las conexiones aéreas para impulsar el turismo en México, que cerró el año pasado como el sexto país más visitado del mundo a pesar de batir récords de violencia.

Reunidos en el Foro Nacional de Turismo celebrado en la capital mexicana, los aspirantes presidenciales ofrecieron sus recetas en materia de turismo ante los grandes empresarios del sector, inquietos por los elevados niveles de violencia que sufren destinos concurridos como Los Cabos o Acapulco.

El candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que mantiene una tensa relación con las patronales mexicanas, optó por un tono conciliador y anunció su intención de llegar a un acuerdo con los empresarios, los inversores y los trabajadores del sector para "tratar la inseguridad en las zonas turísticas".

"La manera más eficaz de combatir la violencia es combatiendo la pobreza", sostuvo López Obrador, líder en las encuestas, y propuso acabar con "la desigualdad monstruosa" que existe en las colonias (barrios) periféricas de las ciudades turísticas mexicanas.

"El turismo es una actividad noble porque no solo crea riqueza sino que también reparte riqueza", reivindicó el candidato, quien celebró que el sector "genera muchos empleos" en el país.

El conservador Ricardo Anaya también lamentó que "nunca había habido tanta violencia" en México, que cerró 2017 con 25.339 homicidios dolosos, y declaró entre aplausos que la seguridad en zonas turísticas "debe ser una prioridad de orden nacional".

Asimismo, sostuvo que luchar contra la desigualdad no solo es un "imperativo ético" sino que también sirve para "dinamizar la economía", puesto que cuánta más gente salga de la pobreza más ciudadanos dispondrán de recursos para viajar dentro de México.

Por su parte, el oficialista José Antonio Meade señaló que la seguridad en los destinos turísticos es un "reto importante que tenemos que corregir".

Meade, que hasta noviembre pasado formaba parte del gabinete de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, propuso llevar a cabo una "buena política de armas" que evite que la delincuencia organizada tenga acceso a armamento y a recursos económicos.

Margarita Zavala, candidata independiente a la Presidencia, propuso "recuperar la seguridad y la certeza jurídica porque, de lo contrario, no invierte nadie".

"Voy a enfrentar a los delincuentes y fortalecer la Policía Federal para que los turistas puedan acudir a los policías cuando les pase algo", sostuvo.

La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), una magna obra de unos 13.000 millones de dólares que arrancó en la actual administración, también protagonizó buena parte de las intervenciones en el foro.

Por primera vez, López Obrador abrió la puerta a no cancelar de forma inmediata la obra, como había defendido hasta la fecha, y anunció que de ganar la Presidencia se reunirá con Peña Nieto para analizar la viabilidad de la infraestructura.

"Vamos a que se dialogue con los empresarios, con los contratistas, y con todos los que intervienen (...) para revisar cuál es la mejor opción", sostuvo el izquierdista, quien prefiere ampliar el aeropuerto militar de Santa Lucía en lugar de construir una nueva terminal.

El resto de candidatos declararon su apoyo sin fisuras al NAIM, una obra que ven imprescindible para impulsar la economía y el turismo en las próximas décadas.

A Anaya le pareció "un disparate" que López Obrador no apueste por el nuevo aeropuerto y pidió que las decisiones sobre infraestructuras sigan "una lógica técnica y no una lógica política".

Meade no solo defendió la construcción del NAIM sino que también señaló que "hace falta ampliar otros aeropuertos" como el de Guadalajara.

"El aeropuerto claro que tiene que hacerse", señaló Zavala, quien también apostó por reforzar "una red de aeropuertos en todo el país".

La postura más discordante del foro la protagonizó el candidato independiente Jaime Rodríguez Calderón, conocido como "el Bronco", quien no concretó propuestas sobre el turismo y volvió a reivindicar su apuesta por "mochar (cortar) la mano" a los funcionarios corruptos.