El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló este jueves que su Gobierno tiene como asignatura pendiente "serenar al país, parar la violencia que se desató cuando inició la guerra de delincuentes comunes".
En su primera conferencia de prensa del año, el mandatario señaló que la violencia ha sido resultado de "toda la descomposición que significó el periodo neoliberal, por corrupción, por contubernio, por asociación delictuosa entre delincuentes de cuello blanco y delincuentes comunes".
La crisis de violencia e inseguridad en México ha dejado en los últimos 13 años más de 200.000 muertos y 40.000 desaparecidos.
Según datos oficiales, se registraron en los primeros 10 meses de 2019 un total de 28.741 homicidios, por lo que el año pasado quedará como el más violento desde que hay registros.
El mandatario aseguró que para acabar con ello, su Gobierno deberá hacer lo que le corresponde: "vamos a seguir predicando con el ejemplo" y confió en que "a todos los mexicanos nos va a ir bien".
Negó que deba haber un cambio en la estrategia de seguridad, ya que dijo ha funcionado y será la misma que se planteó en el plan de desarrollo.
Destacó que está convencido que para serenar el país se debe trabajar en atender las causas que han generado la violencia, entre ellas que se atienda a los jóvenes "que haya bienestar, trabajo".
También aseguró que se debe desplegar la Guardia Nacional, la cual debe tener presencia en todas partes, contar con todos sus elementos y "proteger a la gente".
El presidente mexicano aseveró que debe haber más inteligencia que fuerza y ser más eficaces, además de que se debe evitar que exista un contubernio entre la delincuencia y los Gobiernos.
Destacó que las estrategias que aplicó su Gobierno en 2019 le llevaron a avanzar en una política económica "que benefició a miles de mexicanos y demostró que no hace falta aumentar impuestos ni endeudar al país para que rinda el presupuesto".
Tras poco más de un año del inicio de su mandato, aseguró que sus opositores "no terminan de despabilarse y por eso sus reacciones no han sido las más inteligentes".
López Obrador señaló también que está "absolutamente seguro" de que a México le irá bien este año, sobre todo en lo que respecta a la política económica ya que la iniciativa privada está trabajando de la mano con su Gobierno.
"Nos importa mucho que haya progreso con bienestar, progreso con justicia. Eso ya se ensayó y se acreditó porque desde el año pasado se destinan muchos recursos a la gente más pobre, más necesitada de nuestro país", afirmó.
Indicó que contrario a lo que han dicho muchos de sus opositores, este año no aumentarán los impuestos, ni tampoco la luz, el gas y las gasolinas y tampoco la deuda pública.
"Si hay honestidad en el Gobierno el presupuesto rinde, alcanza para cubrir las necesidades de la gente", manifestó.
Otro de sus principales propósitos, dijo es que se pueda consolidar al gobierno y llevar a la práctica la transformación del país con buenos resultados.
Su objetivo, remarcó, es que el 1 de diciembre de este 2020, al cumplir dos años de mandato, pueda informar que "ya se establecieron las bases para la transformación de México, consolidar lo que ya se inició y avanzar en lo que haga falta para entregar buenas cuentas".
Y afirmó que en 2024, cuando concluya su Administración, no volverá a ocupar ningún cargo público, por lo que pidió a sus colaboradores aplicarse a fondo y a la ciudadanía que participe para que avanzar y lograr la "transformación del país", finalizó.
Boletín Semanal
y elige añadir a la pantalla de inicio