A pesar de los mensajes alarmistas del presidente Donald Trump estos últimos días, en realidad el cierre parcial del Gobierno de EE.UU., consumado anoche tras la incapacidad de republicanos y demócratas de alcanzar un acuerdo presupuestario, supondrá apenas un "inconveniente" para las Fuerzas Armadas.
"Supone un inconveniente, tendrá un efecto en el Ejército, pero no va a dejar a Estados Unidos sin protección", explicó para Baja Press el coronel Mark Cancian, un experto en seguridad internacional que trabaja para el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS).
Esta afirmación dista mucho de la visión catastrofista que en las últimas semanas venía propagando Trump, quien llegó a decir que un cierre del Gobierno sería "lo peor que le podría pasar al Ejército".
El presidente no ha dudado en responsabilizar al Partido Demócrata de los efectos que la falta de fondos podría tener en la seguridad del país.
La realidad, sin embargo, parece ser bien diferente puesto que, según apuntan numerosos expertos, el Departamento de Defensa es posiblemente el aparato del Estado mejor protegido ante un eventual cierre del Gobierno.
"Todo el personal militar en activo continuará ejerciendo sus funciones con normalidad, si bien es cierto que no recibirán su salario hasta que el Congreso apruebe la dotación de fondos", aclaró este viernes el Departamento de Defensa en un memorándum interno destinado a su personal.
En todo caso, de acuerdo con Cancian, que ocupaba el cargo de director nacional de la división de seguridad de la Oficina de Gestión y Presupuestos en 2013, cuando los republicanos forzaron el cierre del Gobierno del entonces presidente, Barack Obama, el Pentágono tiene acceso a una provisión de fondos para emergencias.
Esta provisión asegura que haya fondos suficientes para cualquier operación militar en la que tomen parte las tropas estadounidenses en estos momentos. Además, recordó Cancian, existen otras vías para asegurar que los militares reciban su tan merecida soldada.
"En 2013 -apuntó-, el Gobierno aprobó una ley que establecía que los miembros del Ejército recibirían su paga, de manera que esto no fue un problema, e imagino que ahora se podría autorizar algo así este lunes".
En aquel momento, esta medida supuso el pago a los militares en activo, la Guardia Costera y los civiles y contratistas que les servían directamente de apoyo en los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional durante el cierre temporal de la Administración.
"Desafortunadamente, ya hemos visto esta película antes. Tenemos planes en las estanterías que pueden aplicarse en caso de cierre del Gobierno", comentó recientemente a un grupo de periodistas presentes en el Pentágono el asistente de comunicación del secretario de Defensa, George Little.
Se estima que durante el cierre de 2013 a la mitad del personal civil de la cartera de Defensa, es decir, a unas 400.000 personas, se les dio permiso durante las algo más de dos semanas que duró el cierre.
Sin embargo, según confirmaron para Baja Press fuentes del Pentágono, esta situación tampoco tendría una efecto crítico en la seguridad del país, puesto que "todos aquellos civiles cuyas actividades sean necesarias para salvaguardar vidas o para proteger la propiedad deberán presentarse a sus puestos de trabajo".
Otra cuestión bien diferente serían los contratistas y las familias de los militares, quienes, en efecto, podrían sufrir por la falta de pagos del Gobierno federal.
Asimismo, explicó Cancian, el cierre imposibilita cualquier contratación de personal, lo que tiene una especial relevancia en un momento en que el Departamento afronta un problema de falta de personal, tanto civil como militar.
En cualquier caso, todo apunta a que el panorama esbozado por Trump, más que una previsión fue apenas una medida de presión con el propósito de forzar a los demócratas a ceder en las negociaciones que, sin embargo, no ha calado en una formación que sabe perfectamente lo que es lidiar con un cierre de Gobierno.
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