Varios ministros de Agricultura del G7 expresaron hoy en Roma su compromiso de lograr más transparencia en los precios de los alimentos frente a la pobreza rural, aunque lo hicieron desde posturas diferentes.
Algunos de ellos participaron en la celebración del Día Mundial de la Alimentación en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma, después del encuentro de este fin de semana con los demás titulares del Grupo de las Siete democracias más industrializadas del mundo (G7) en Bérgamo (norte de Italia).
Tras escuchar al papa Francisco, que pidió más esfuerzos para abordar problemas como los conflictos y el cambio climático, que están en la raíz del hambre y la migración, el ministro italiano Maurizio Martina instó a aumentar el grado de "ambición" internacional al respecto.
Martina recordó que el 75 % de las personas que pasan hambre (815 millones en 2016) vive en zonas rurales de los países pobres, por lo que la cuestión "es sobre todo agrícola".
Destacó que el G7 se comprometió ayer a erradicar el hambre de 500 millones de personas antes de 2030 aumentando la cooperación agrícola y la transferencia de conocimientos y tecnología a los países más necesitados.
También hizo alusión a la necesidad de reforzar la "transparencia en la formación de los precios y la defensa del papel de los agricultores frente a la volatilidad de los precios".
El ministro francés de Agricultura, Stéphane Travert, llamó a invertir más en los agricultores para garantizar la seguridad alimentaria en esos países.
En un encuentro posterior con periodistas, Travert subrayó la propuesta europea para "revertir la construcción de los precios (de los alimentos)", que ahora están "determinados por la distribución", lo que hace que los campesinos "paguen la factura" y no tengan fondos para vivir y llevar a cabo inversiones.
"Cada uno debe obtener el precio justo de su trabajo y no el más bajo, que nos ha llevado a una alimentación de bajo coste en las sociedades modernas", apuntó el francés, que dijo que en el G7 hay diferencias con países como Estados Unidos sobre cómo se debe lograr una mayor trazabilidad y transparencia en la cadena alimentaria.
El secretario estadounidense de Agricultura, Sonny Perdue, afirmó en la conferencia que la "transparencia está en la base del comercio libre", el cual -junto con los sistemas multilaterales- son "fundamentales" para lograr seguridad alimentaria, que contribuye a su vez a la seguridad global.
Además, Perdue mostró su interés en trabajar con los países en desarrollo para aumentar la productividad agrícola a largo plazo y prometió alinear los objetivos de EEUU con los de cooperación de la FAO.
El ministro canadiense Lawrence MacAulay aludió al comercio "libre y justo" para ayudar a los pequeños agricultores a innovar y permitir que todos los productores participen en el sistema comercial, reduciendo la volatilidad de los precios.
Mientras, el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, recordó que la Unión Europea es el principal importador de productos agrícolas de los países menos desarrollados (por valor de 3.400 millones de euros en 2016).
Entre 2014 y 2020 la UE destinará 8.500 millones de euros para lograr la seguridad alimentaria en 62 países, la mayoría en África subsahariana, con el objetivo de "crear empleos e integrar a la población rural en la sociedad", agregó.
También participaron en la ceremonia otros representantes de menor rango de Alemania, Reino Unido y Japón, los otros países miembros del G7.
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