El Alcázar de Miravalle

La palabra Alcázar proviene del árabe hispano Al qasr, que significa la fortaleza, nombre acortado del que era habitual: Al-Quasaba cuyo significado era el lugar de la verdadera residencia principesca. Hoy en día, la palabra se utiliza para definir una antigua fortaleza militar remodelada y convertida en un lujoso palacio fortificado.

El Alcázar debe ser en sí misma, una fortificación edificada sobre rocas, ubicada en la parte más alta de una colina debiendo dominar una ciudad; desde esta privilegiada ubicación, debe en sí misma, aportar un gran valor estratégico militar.

Si bien es cierto que el edificio debe albergar nobleza, pocos alcázares en el mundo ostentan el grado Real y sólo uno en América ostenta el título Imperial, el Real Alcázar Imperial de Miravalle conocido popularmente como Castillo de Chapultepec.  - ¿Puede imaginar hasta este punto, los cientos de circunstancias que deben conjugarse para que pueda existir una edificación tan magnificente, que ostente un título nobiliario tan insólito? – Lo más interesante, es que dicho título, sólo puede ser otorgado en parte gracias a la aristocracia que ahí vivió y en parte gracias a la arquitectura.

Cuando se desconoce lo que se posee, resulta imposible dimensionar su valor y por consecuencia proyectarlo al exterior. El popular Castillo de Chapultepec dista mucho de saber cómo proyectar su linaje e importancia histórica mundial.

Lamentablemente en México, la arquitectura y su importancia fueron olvidadas por el gobierno a partir de 1910, utilizando comúnmente la construcción militar como principal fuente de edificación - ¿se había preguntado alguna vez, por qué en México muchas construcciones del siglo XX son simples muros lisos sin diseño alguno? –. La respuesta es simple, los gobiernos revolucionarios y post revolucionarios ignoraron (y lo continúan haciendo) la importancia del arte en la humanidad, la necesidad de expresarse para comunicar y evolucionar como sociedad. Es un hecho, sin arte no hay revisión del pasado ni expresión social, dos factores determinantes que se convierten en desarrollo y progreso. En México y América Latina, el arte es para los gobiernos y para muchos empresarios una pérdida de tiempo y dinero.

En el mundo del desarrollo de modelo de negocios, la arquitectura no es considerada (por la mayoría) como un factor de éxito comercial; la creación y planeación de espacios comerciales es relegada en importancia y presupuesto, y muy rara vez obtiene la dedicación necesaria. Cuando un empresario habla de crear infraestructura, justifica primero que -se debe obtener el flujo de efectivo necesario, fruto del mismo negocio para implementar en consecuencia la construcción-, pero si llegase a obtener el flujo necesario, se justificará con un simple - ¿y para qué? si así es un buen negocio -, evitando a toda costa invertir en infraestructura.

Idear un modelo de negocio exitoso, debe contemplar desde el principio la arquitectura como uno de los 6 puntos esenciales del desarrollo. La arquitectura debe ser planeada y ejecutada como parte del espíritu de la marca. La arquitectura seduce e inspira al convertirse en la parte tangible de nuestros sueños. Materializar un proyecto de vida es de las satisfacciones más grandes que un humano puede alcanzar. Trascender a través de una obra que aporte prosperidad a nuestro entorno, da sentido a nuestra vida.

En consecuencia, para que su negocio obtenga el título nobiliario de “éxito”, debe contemplar la arquitectura desde sus inicios y aportar al mismo tiempo un granito de arena, al establecer los escenarios ideales para la evolución y el desarrollo de la humanidad. Construya su propio Real Alcázar Imperial de Miravalle y disfrute del placer de palpar sus sueños y proyectos de vida en una obra grandiosa que aporte al mundo una mejora hacia la eternidad. Convéncete que no tienes límites, porque en realidad, no los tienes.