El colorido y festivo Carnaval Zoque, que se realiza en el municipio de Ocozocoautla, es uno de los carnavales más antiguos de México, y sincretiza la herencia de aquellos elementos de las culturas prehispánica, árabe y española que dan identidad a la región.
En Coita, como también es conocido Ocozocoautla (sur del país), el carnaval, además de preservar las tradiciones por ser uno de los festejos más grandes y reconocidos, también aporta a la economía de la región, ya que es visitado y disfrutado por turistas nacionales e internacionales.
Dayana Guadalupe Alvares Zenteno, directora de casa de la Cultura en Ocozocoautla, afirma que estas fiestas se basan en la "mezcla de tres culturas: la árabe, la española y la zoque".
El Carnaval Zoque Coiteco está conformado por rituales y danzas que en tiempos ancestrales rendían tributo al dios Sol de este pueblo indígena, conocido como "Tajaj Jama", que en lengua zoque significa "padre Sol". De esta forma, el pueblo le pedía buenas y abundantes cosechas.
Los habitantes de los diferentes barrios de Ocozocoautla se organizan durante el carnaval a través de diferentes juntas representativas, llamadas "cohuinas", término zoque que en castellano quiere decir "casa de jefe".
No son más que los lugares de donde salen los personajes principales, como "El Mahoma de Cabeza de Cochi", "El Caballo", "El Mahoma Goliat" o "El David".
Aparte también participan en el carnaval otros personajes como la mona, el tatamonos, los arreadores, el cazador, los "shores" y los soldados.
Estos últimos, ataviados con coloridas vestimentas tradicionales y máscaras con rostros humanos estilizados, celebran al son de la música, junto con los danzantes tradicionales, rituales que simbolizan la lucha entre el bien y el mal.
Los "shores", quienes portan ostentosas vestimentas, son los personajes que más abundan en el carnaval y representan el bien.
Las danzas más representativas son la de los enlistonados y la danza del Tigre, además de la danza del caballito.
En el Carnaval también se vive la coronación de la reina, el tradicional desfile y la visita de los diferentes "cohuinas". Las festividades culminan con el baño de "zapoyol", que simboliza la depuración del alma.
El danzante Bruno Aquino afirma que "esta tradición es muy bonita, porque lleva varios años existiendo".
"Cada uno aprovecha su creatividad para vestirse de lo que sea, pero tomando en cuenta la base del chor clásico", la figura tradicional de este Carnaval, explica el joven.
Karina Guadalupe Hernández, explica que su personaje es "El David", quien derrotó a Goliat. Entre su vestimenta incluye elementos como el morral -con tres piedras-, la ballesta y la onda.
El Carnaval "es algo que nos representa a todos los coitecos, se puede decir que es como nuestras raíces. No puede hacer falta el carnaval cada año", asegura.
Además de las tradicionales danzas, destaca la preparación de los alimentos típicos que dan sabor a la celebración, como el sispolá, que es un cocido de res, el putsinú, que es un dulce de pepita de calabaza, el pozol y el cacapote, que se elabora con cacao.
El Carnaval Zoque es único por su también tradicional "Guerra de Talco" con la que reciben a sus visitantes; representa la purificación del alma y la bienvenida por parte de los comuneros de la etnia zoque.
"Venimos acá con la familia para poder ver la tradición, la cultura y por supuesto el folclor, el colorido, lo que llama la atención en este tipo de eventos", dice Ramón de Jesús Tomasini, turista que se muestra dispuesto a que le "avienten un poquito de talco".
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