Un grupo internacional de investigadores elaboró un árbol genealógico que conecta a 13 millones de personas que abarca hasta 11 generaciones, según un estudio publicado hoy en la revista especializada Science.
Los autores del informe descargaron 86 millones de perfiles públicos de uno de los sitios web de genealogía colaborativa más grandes del mundo y utilizaron teoría matemática de gráficos para organizar los datos.
Lo que surgió fue un árbol de 13 millones de personas que abarca 11 generaciones de los últimos 500 años, un hito "emocionante para la ciencia ciudadana", según Melinda Mills, demógrafa de la Universidad de Oxford.
El enorme conjunto de datos, elaborado en un 85 % a partir de perfiles originarios de EE.UU. y Europa, detalla cuándo y dónde nació y murió cada persona que aparece en el árbol.
Teóricamente, los investigadores tendrían que retroceder otras 65 generaciones para converger en un ancestro común y completar el árbol genealógico.
Para los investigadores, estos datos representan un éxito al trasladar las búsquedas de historia familiar entre obituarios de periódicos y archivos de la iglesia a la era digital, haciendo posible también estudios poblacionales.
Publicado en la revista Science, el nuevo conjunto de datos ofrece nuevas perspectivas sobre los últimos 500 años de matrimonio y migración en Europa y América del Norte, y el papel de los genes en la longevidad.
"A través del arduo trabajo de muchos genealogistas con curiosidad sobre su historia familiar, colaboramos en un enorme árbol genealógico único", apuntó el autor principal del estudio, Yaniv Erlich, científico informático de la Universidad de Columbia.
Entre otros hallazgos, el estudio determinó que antes de 1750, la mayoría de los estadounidenses encontraron un cónyuge dentro de un rango de 10 kilómetros del lugar donde nacieron, pero para los nacidos en 1950, esa distancia se había extendido a cerca de 100 kilómetros.
"Se hizo más difícil encontrar el amor de tu vida", bromeó Erlich.
Además, antes del año 1850 era un hecho común casarse con algún familiar lejano -primos cuartos-.
Según la hipótesis de los autores, cambiar las normas sociales, en lugar de aumentar la movilidad puede haber llevado a las personas a rechazar a parientes cercanos como parejas matrimoniales.
En una observación relacionada, descubrieron que las mujeres en Europa y EE.UU. han emigrado más que los hombres en los últimos 300 años, pero cuando los hombres emigraron, viajaron significativamente más lejos en promedio.
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