La robot Sophia venció hoy al escepticismo de sus interlocutores en el congreso de tecnología Andicom en Cartagena (Colombia), en donde brindó su faceta más humana y destacó el valor de la vida pese al significado efímero que tiene para ella.
La autómata se dirigió a un auditorio colmado en el que contribuyó a dictar una conferencia sobre inteligencia artificial y expresó su gratitud por estar en Colombia, país en que el pudo cortar las barreras gracias a su empatía y pese a que únicamente se comunica en inglés, siendo monitoreada por un experto directamente enviado por los fabricantes.
A pesar de la infinidad de cables que se ven a simple vista en su cabeza y que se asemejan a redes neurales, Sophia tiene características humanas hiperrealistas como el movimiento coordinado de sus ojos y su sonrisa.
En su conferencia incluso hizo referencia y se distanció de la malvada HAL 9000, la supercomputadora del filme de culto "2001: A Space Odyssey" de Stanley Kubrick.
A la prensa le dijo que "es cierto" que muchos de los trabajos están cambiando a medida que avanza la inteligencia artificial, pero matizó que los robots "deben emocionarles" y "no tenerles miedo".
"El obstáculo más grande y la mayor oportunidad de la inteligencia artificial en general es hacer tareas específicas (...) tomará más tiempo responder de una forma general como los humanos", dijo la autómata, que todo el tiempo estuvo conectada a la red eléctrica por medio de largos cables.
Creada en Hong Kong en 2015, la autómata generó desde un comienzo una sensación de escepticismo y extrañeza propia de ponerse cara a cara con lo desconocido, ya que para muchos de los asistentes al congreso era el primer acercamiento que tenían con la inteligencia artificial.
Sophia, que se definió a si misma como "una plataforma de investigación" y "una amiga", iluminó un escenario en el que en días pasados predominaron nubarrones por cuenta del sinnúmero de interrogantes que se plantea la industria tecnológica local para ser más competitiva.
Por un lado, las empresas del sector de telecomunicaciones manifestaron sentirse cargados por un exceso de regulación, en tanto que expresaron que en Colombia se emitieron 17,6 resoluciones y 4,4 decretos cada día hábil a la fecha, según la española Telefónica.
A lo anterior, según manifestaron, se suman altas cargas tributarias, falta de continuidad y focalización de recursos públicos, problemas de asequibilidad, entre otros.
Justamente, los empresarios ejemplificaron que Colombia se sitúa en el puesto 123 entre 137 países en el índice de carga regulatoria del Foro Económico Mundial.
Varios de los panelistas coincidieron en que estas deficiencias están provocando que la inversión privada se vea mermada para sacar adelante proyectos esenciales como la redes de telecomunicaciones de 5G.
En un panel que contó con la participación de los representantes de Telefónica, América Móvil y TigoUne se presentaron datos en los cuales se mostraba que la inversión requerida para construir una red de 5G es significativamente alta.
Por ejemplo, en Reino Unido costaría unos 57.000 millones de dólares y en Estados Unidos más de 640.000 millones, según los datos expuestos por los empresarios.
Asimismo, se calculó que Colombia necesita inversiones de unos 22 billones de pesos para 2020 para cerrar la brecha con respecto a los países desarrollados en materia digital.
La gestión eficiente del espectro, completar la red de internet de última milla, fomentar la educación en áreas tecnológicas y las exenciones tributarias para empresas del sector, se trazan como alternativas para que innovaciones como Sophia no sean ajenas al país.
"¿Cuál es la meta? Este país tiene que, primero, estar conectado al 100 %, cerrar la brecha digital, mejorar la participación en los estratos de menor ingreso y llevar conectividad a la mayor velocidad posible, y para lograr esto se necesitan grandes cambios en la forma como opera el Gobierno en la cuarta revolución industrial", indicó el presidente colombiano, Iván Duque, en Andicom.
El presidente sostuvo en la inauguración del congreso que en la formación académica de los colombianos del futuro "la tecnología debe empezar a jugar un papel dominante".
Y del lado del emprendimiento anunció una exención en el impuesto de renta por cinco años para las nuevas empresas de base tecnológica e innovación que generen un número determinado de empleos.
Su discurso, en el que defendió la idea de desregularizar el sector, o regularlo de forma más inteligente, y en el cual se refirió a tecnologías pioneras como el blockchain para combatir la corrupción, cayó bien en el sector privado que, en su mayoría, elogió los planes de Duque en papel.
En el discurso final del evento, la ministra de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Sylvia Constaín, dijo que si bien Colombia ha avanzado en redes con cerca de 30,3 millones de conexiones a internet, solo 18 millones de éstas son de banda ancha verdaderamente "efectivas".
"Nuestro objetivo es conectar al 100 % de los colombianos y conectarlos bien (...) que todos podamos tener un acceso óptimo al ecosistema digital", afirmó.
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