El mayor número de diagnósticos por cáncer de mama en México se produce en mujeres de entre 50 y 60 años con una incidencia del 45 %, de acuerdo con datos recientes publicados por la Secretaría de Salud.
La edad promedio de impacto de la enfermedad -que afecta a 3 de cada 10 mujeres con cáncer- son los 54,9 años y muchas veces los diagnósticos llegan tarde, demorándose entre 6 y 12 meses.
Cuando las pacientes incurren en fase avanzada o metastásica suele significar que el cáncer es incurable y obliga a las mujeres a aprender a manejar una enfermedad crónica.
Después vienen los cambios de tratamiento en distintas ocasiones, lo que provoca que el 64 % de las pacientes sufran problemas emocionales.
Por ello, la farmacéutica Novartis ha puesto en marcha la campaña "Sigamos abriendo puertas", que busca brindar estrategias a las mujeres que afrontan la enfermedad en sus etapas avanzadas, ayudándoles a aceptar que es crónica y a convivir con ella.
"El objetivo de la campaña es recordarle a estas pacientes que no están solas", explicó Catia Duarte, directora de Comunicaciones y Relaciones con Pacientes de Novartis Oncología para América Latina y Canadá.
En la población de 20 años o más se detectan 14,8 nuevos casos por cada 100.000 mujeres, de entre las cuales fallecen 15.
Se tiende a hablar poco de este estadio de la enfermedad, puesto que las campañas y programas se enfocan en la prevención o detección temprana.
Novartis busca dar solución a este tipo de pacientes "que por la evolución de la patología ya no se benefician de los programas".
En México, los estudios de mastografía se realizan principalmente en Ciudad de México (29,4 %); Veracruz (6,7 %) y Nuevo León (6,3 %).
Actualmente el país cuenta con poco más de 700 mastógrafos, un número no demasiado elevado y que provoca en ocasiones el retraso en los diagnósticos.
De acuerdo con diversas investigaciones, en América Latina y el Caribe la incidencia y las tasas de mortalidad de cáncer de mama están aumentando.
Se calcula que para 2030 podrían superarse las cifras actuales hasta en un 65 %, con 66.000 muertes y 224.000 nuevos casos al año, de los cuales al menos un 17 % se diagnosticarán ya en etapas avanzadas y otro 30 % evolucionará a estadios metastásicos tras un primer tratamiento.
El cáncer de mama avanzado presenta muchos subtipos, como los tumores con receptores hormonales para estrógeno y progesterona, o aquellos que no presentan receptores hormonales de ningún tipo, conocidos como triple negativos.
Un mayor conocimiento de la variedad de tumores hace que las opciones de tratamiento para el cáncer de mama incluyan antiestrógenos, inhibidores de aromatasa, supresores ováricos, quimioterapia, inmunoterapia u otras terapias dirigidas.
El cáncer de mama lo padecen 3 de cada 10 personas en el mundo, estimándose que 1 de cada 8 mujeres desarrollarán la enfermedad durante su vida.
En América Latina, el de mama es el cáncer más frecuente, representando una cuarta parte (24,9 %) de los casos de esa enfermedad en mujeres.
La incidencia regional es de 47,2 defunciones por cada 100.000 mujeres, aunque en países del Cono Sur, principalmente Argentina y Uruguay, la tasa sube a 71,2 y 69,7 muertes por 100.000, respectivamente.
De acuerdo con la OMS, las bajas tasas de supervivencia observadas en los países poco desarrollados pueden explicarse por la falta de programas de detección precoz, que hacen que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada.
Octubre es el mes de concienciación en la lucha contra esta enfermedad, cuyo día mundial se celebra el día 19.
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