Fallas en la memoria, limitaciones físicas y dependencia para utilización de medicamentos ponen en situación de vulnerabilidad a los adultos mayores que padecen diabetes en México y en el mundo debido a que pueden sufrir complicaciones por la falta de adherencia al tratamiento, dijo la educadora en diabetes Marisol Olarra.
"Aproximadamente un 25 % de las personas que tienen 75 años en el mundo viven con diabetes. En México, no tenemos un estimado, pero debe ser una cifra similar por lo que debemos tener el cuidado adecuado con estos pacientes", explicó a para Baja Press la también nutrióloga de la farmacéutica Becton Dickinson (BD).
En México, según cifras de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), de 2016, la prevalencia de diabetes en la población mexicana mayor de 20 años pasó de 9,2 % en 2012 a 9,4 % en 2016.
De acuerdo con datos de la misma encuesta la mayor prevalencia de diabetes se observa entre los hombres de 60 a 69 años en un 27,7 % y las mujeres de este mismo rango de edad en un 32,7 %.
De los adultos que reportaron un diagnóstico médico previo de diabetes, se encontró que el uso de insulina como tratamiento aumentó de 6,5 % en 2012 a 11,1 % en 2016.
Es por ello que es fundamental que los adultos mayores tengan un buen tratamiento para controlar la diabetes.
"En el caso de los adultos de la tercera edad, es preciso poner atención en su administración y aprovechamiento para lograr los resultados esperados", señaló Olarra.
Dijo que los factores inherentes a la vejez como la falla en la memoria, limitaciones físicas sumadas otras condiciones médicas vuelven a esta población un sector vulnerable.
La experta señaló que, por ejemplo, en el caso de la insulina los adultos mayores requieren desarrollar habilidades para ser autosuficientes.
"En cuanto al movimiento, muchas veces les es más difícil agarrar ciertos objetos y eso tiene que ver con una motricidad fina para colocar un tratamiento inyectable", aseveró.
Olarra señaló que otro de los problemas es que, debido a los problemas de memoria, también en ocasiones les cuesta trabajo recordar horarios de sus tratamientos.
"Esto se puede prevenir mediante algún tipo de recordatorio o de capacitación para el cuidador de estas personas, los horarios, la alimentación, el ejercicio, esto se vuelve fundamental y es una tarea que no es de la misma forma que se lleva a cabo en un adulto", advirtió.
Del mismo modo, explicó que alimentar de manera adecuada a un adulto mayor con diabetes es un reto, pues se deben tener ciertas precauciones para la preparación de la comida y la deglución de alimentos.
"Las personas mayores en muchas ocasiones ya no quieren comer o tienen muchas dificultades para deglutir los alimentos, ya sea porque les parecen muy difíciles de masticar, porque no tienen todos sus dientes o porque ya usan alguna dentadura", dijo.
En esos casos, se corre el riesgo de que se descontrolen sus niveles de glucosa por lo que se debe cambiar la consistencia de alimentos en papillas, triturados o cocidos al vapor.
Olarra dijo que otro de los factores en los que se debe pensar con los adultos mayores es el ejercicio, el cual, junto con el tratamiento farmacológico ayuda a controlar la diabetes.
"En estos casos hay que dar prioridad a ejercicios de suelo, de fuerza, fortalecimiento muscular, a diferencia del adulto que es más cardiovascular, el adulto mayor necesita ejercicios de fuerza con pesos muy ligeros y movimientos sistemáticos".
Del mismo modo, expresó que uno de los retos a los que se enfrentan los adultos con diabetes es el dolor, debido a que quienes se tratan con insulina requieren de diversas inyecciones al día o a la semana.
Por ello, dijo, se deben buscar agujas con una tecnología que se traduzca en mayor beneficio para su calidad de vida, que no causen tanto temor por autoaplicación.
"Tenemos que asegurarnos que el adulto mayor no tenga miedo o algún tipo de aversión para tratarse, para que se puede dar un buen control y evitar así el abandono del tratamiento", finalizó Olarra.
toca y elige añadir a la pantalla de inicio