El cuerpo y sus derechos, la columna que desnuda el prejuicio.

En esta columna, que pretende ser seria pero no solemne, interesante pero no alarmista, sencilla pero no simplista o frívola, científica pero no acartonada, hablaremos cada dos semanas del cuerpo humano, cómo lo vivimos, las experiencias que vivimos a través de él, de cómo es visto, vivido, temido, usado como arma, como medio de dar y recibir afecto, placer.

Sus significados sociales –del cuerpo-a través de la historia, ¿comó se cubre, se médica, se atasca de drogas, se modifica, se maltrata, se busca nunca envejezca, nunca enferme y hasta nunca muera… todo esto es natural? ¿Por qué es tan controversial? ¿Qué implicaciones tiene a la salud mental y la salud sexual? ¿Cómo se construyen los géneros femenino y masculino y en qué culturas ya se reconoce una realidad: el género neutro?, ese cuerpo que se le inventan sentimientos, como la vergüenza, el pudor, la culpa, ese cuerpo en donde se alberga la ira y que la alegría le oxigena (igual que la actividad erótica con o sin orgasmo).

Hablaré de los derechos humanos, todos se refieren a la dignidad humana y se relacionan con lo corporal, un techo, expresarte, la salud, la educación, trabajo digno, informarte, libertad de tránsito, no ser torturado, etc. Lo veremos en específico para cada subtema de la reflexión social y ética, los temas de relevancia social como la igualdad entre los géneros, la cultura de paz, el respeto al medio ambiente, la educación para la sexualidad, la educación para la salud y otros temas transversales como los llaman en formación cívica y ética, son los temas de esta columna, que espero disfruten mucho. 

“…este cuerpo que tengo es el único, soy yo, resume la historia de mi vida y es lo único verdaderamente mío, por eso amarlo y bientratarlo me conviene”

Vamos a ver en cada edición, una reflexión que nos haga autotransformarnos, si podemos y queremos ser mejores personas, no en relación a nadie, es la columna para que te veas al espejo sin prejuicios que son el caldo de cultivo de las violencias que nos tienen hartos, hastiados y subdesarrollados.

Para iniciar piensa: qué harías sin tu camisa favorita o sin los labiales que te encantan, que sería de ti si no contaras con tu cel, o sin tu coche, sin esos tenis que tanto te gustan… el valor y el aprecio se los das tú, por un cúmulo de ideas de tu contexto social. Claro que su funcionalidad influye, hacerte la vida práctica, cómoda… pero el cuerpo desnudo ¿cuánto se aprecia? ¿cuánto aprecias y conoces el tuyo? ¿Cómo le expresas el amor al todo y a cada parte? ¿Por qué hay tantos prejuicios a las formas, colores, olores, estaturas, edades, apariencias de los cuerpos? De ello vamos a dialogar.

¿Qué es un prejuicio? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se construye? ¿Cómo se mantiene? ¿Qué consecuencias tiene? Hay contextos que hasta preguntar o pensar está prohibido, es tabú, no se vale. Junta cuerpo y prejuicios, verás que mezcla atroz. Tu cuerpo te pertenece, pero tú estás en un contexto social que regula el cuerpo, los cuerpos. ¿Qué hay que mediar para vivir con libertad el propio cuerpo? y a la vez estar en sociedad pero sin que ella te viva la vida sino tu mism@ tomar tus decisiones sobre tu cuerpo y tu vida? ¡Uff! ¿Que denso parece verdad? Por eso leer sobre sexualidad, derechos sexuales y reproductivos, igualdad de género, sociedad y cultura es una maravilla… yo cuando estudiante me topé con estos temas y sentí wow… se me abre el mundo y no era el mundo, era el saber, el conocer, el horizonte en mi interior y en la perspectiva social… verás que mundo fascinante el de la cultura de la salud sexual, donde todo está en el cuerpo –que por cierto cambiarás su concepto- tan empobrecido y comercializado. Abrir el cuerpo no es un acto quirúrgico, es un tema psicosexual, de psicoerotismo… bueno jóvenes hay tanto de qué hablar que ya iremos por partes… no se desconecten.