México - El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ordenó hoy el diseño de "una estrategia integral" para combatir el robo de combustible en el país y prometió trabajar de cerca con el estado de Puebla para erradicar este delito.
En una ceremonia en el Campo Militar Marte, el mandatario expresó su "más enérgica condena a los cobardes actos de agresión en contra del personal del Ejército mexicano", que el miércoles cobraron la vida de cuatro militares y seis civiles en el poblado de Palmarito, en Puebla.
"El Gobierno de la República aplicará todo el peso de la ley a los responsables", prometió Peña Nieto al aludir a los ataques perpetrados por presuntos miembros de organizaciones dedicadas al robo de combustible y expresar sus condolencias a familiares y compañeros de los soldados que perdieron la vida.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los soldados acudieron a Palmarito tras recibir una alerta sobre una toma clandestina de combustible y al llegar fueron atacados por grupos armados que utilizaron a niños y mujeres como escudos humanos.
El robo de combustible es un delito y "quienes lo practican exponen a sus familias y dañan a sus comunidades", aseguró Peña Nieto, quien dijo que "la delincuencia organizada engaña y utiliza a la población para cometer el ilícito".
La mejor acción para combatirlo es la "denuncia ciudadana", afirmó el gobernante, quien pidió a la Sedena, la Marina, la fiscalía general, la Secretaría de Hacienda y a Petróleos Mexicanos (Pemex) instrumentar una estrategia integral para erradicar este delito en toda la geografía nacional.
Además, prometió trabajar de cerca con las autoridades de Puebla "para coordinar esfuerzos hasta desmantelar por completo a las bandas delictivas que a ello se dedican".
De acuerdo con el senador Roberto Gil Zuarth, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), este negocio de más 20.000 millones es más lucrativo que el de las drogas y representa "el segundo ingreso más importante del crimen organizado" en el país.
En lo que va de esta Administración (2012-2018), las pérdidas por robo de combustible suman ya 97.000 millones de pesos (unos 5.086 millones de dólares), según datos presentados por Gil para pedir la comparecencia en el Senado de funcionarios del sector energético.
El enfrentamiento de Puebla, dijo, "es una pequeña muestra" de una realidad generalizada en el país y una consecuencia de la omisión del Gobierno para establecer políticas de prevención a esta actividad ilícita.
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