Pese a que en los escasos dos meses que lleva operando el nuevo Gobierno de México las políticas energéticas han estado centradas en los combustibles fósiles, el país también transitará a las energías limpias, informó este martes la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
"Todos los países del mundo caminan hacia la producción de electricidad a través de energías limpias. Nosotros también iremos en ese sentido", aseguró la funcionaria durante el discurso inaugural del foro "Energy Mexico 2019" que se celebra en Ciudad de México.
Pero lejos de apostar de forma directa por la energía solar o eólica, Nahle hizo referencia a las 69 hidroeléctricas que tiene el país, de las cuales muchas de ellas requieren mantenimiento para que puedan operar de forma correcta y sustentable.
"Es energía limpia, barata y generada con una infraestructura que ya tenemos", argumentó.
Por ello es que, de acuerdo con la titular de la Secretaría de Energía, ya están trabajando en rehabilitar algunas de estas instalaciones, teniendo ya incluso un presupuesto aprobado para ello.
Con estas medidas, la nueva administración federal pretende "revertir paulatinamente la dependencia" de los combustibles fósiles.
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, la realidad es que los hidrocarburos -en especial el petróleo- son el baluarte en materia energética del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Prueba de ello es la rehabilitación que se está llevando a cabo en la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), desde finales de diciembre pasado, cuando se decidió acabar con el robo indiscriminado de combustible que la empresa sufría desde hace una década.
Asimismo, Nahle reiteró hoy el plan de construir una nueva refinería en el sureño estado de Tabasco, un proyecto que ya anunció López Obrador durante su campaña y que fue criticado por algunos ambientalistas por alejar a Méxicode un modelo de energía renovable.
El objetivo con esta nueva refinería es potenciar la capacidad de producir crudo y reducir las importaciones millonarias que el país realiza a Estados Unidos.
En el caso del gas natural -otro hidrocarburo que México importa de Estados Unidos- la secretaria indicó que se está contemplando la compra de una nueva tecnología "que casi no tiene impacto ambiental" para que México pueda apuntalar la producción de su propio gas.
No obstante, Nahle lamentó que dicha tecnología "todavía es muy cara".
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