La exlíder sindical mexicana Elba Esther Gordillo fue trasladada anoche a un apartamento suyo en Ciudad de México luego de que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) desistiera de apelar el fallo de un tribunal que autorizaba la prisión domiciliaria para la procesada.
Gordillo, de 72 años, fue llevada de un hospital en que estaba internada y presa a un apartamento en la zona de Polanco, para iniciar su periodo de prisión domiciliaria.
La exlíder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que se opuso a la reforma educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, fue detenida el 26 de febrero de 2013, acusada en un principio de delincuencia organizada y lavado de dinero.
La reforma elimina añejos privilegios sindicales en el sistema de educación pública mexicano, como el traspaso de plazas docentes, e impone un sistema de evaluación para el acceso, permanencia y promoción laboral.
Actualmente Gordillo es procesada por desviar recursos procedentes de los aportes sindicales de los maestros por un monto superior a 2.000 millones de pesos (104,6 millones de dólares al cambio de hoy), presuntamente para cubrir gastos personales y pagar propiedades inmobiliarias.
El exsecretario de Hacienda José Antonio Meade rechazó la víspera que exista una relación entre la noticia del beneficio concedido a Gordillo y el anuncio de la alianza electoral entre el Partido Nueva Alianza (Panal), fundado por la exlíder, y el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que él es aspirante presidencial.
"Siguió un proceso, se está aplicando la ley y eso no tiene nada que ver con lo que estamos viendo en lo político", indicó Meade.
La PGR había argumentado previamente que Gordillo podría intentar fugarse, pero la ley establece que un preso de edad avanzada puede terminar de cumplir su pena en su domicilio, siempre y cuando existan las condiciones de seguridad necesarias.
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