Siempre es interesante ver el fervor nacional ante un triunfo de la Selección Mexicana en las diferentes Copas Mundiales en las que participa.
Me confieso un renegado de la vieja practica romana del Pan y Circo, es decir no me llama la atención en lo mas mínimo el Juego del Hombre (mas bien para mi el Juego del Hambre).
No obstante mi falta de interés en sí por el propio Juego o los resultados del mismo, si me interesa la falta de labor colectiva de la Idiosincrasia Mexicana.
El Mito consiste en que los triunfos de la Selección Mexicana son una demostración que los Mexicanos si podemos triunfar en las labores colectivas en contraste con los éxitos individuales que se consiguen.
La Realidad es diferente, somos un país con una cultura muy pobre de la conciencia colectiva.
Como algunos de ustedes lo saben soy Abogado de profesión. Como en los tiempos de la Edad Media, los Licenciados en Derecho tienden a reunirse de manera formal e informal para compartir sus éxitos y sus frustraciones.
Mi práctica se desarrolla a nivel nacional y encuentro un común denominador muy Mexicano en las plazas donde practico mi profesión, somos muy buenos para reunirnos y festejar y somos muy malos para reunirnos y luchar por un México mejor.
Me explico:
En las grandes ciudades mexicanas hay colegios y agrupaciones de Licenciados en Derecho con una enorme antigüedad. Sus reuniones se dan en elegantes salones de eventos de los principales hoteles o lugares de eventos sociales. Los tópicos son variados, unos mas interesantes y otros menos interesantes.
La realidad es que los Colegios y Agrupaciones de Licenciados en Derecho de las grandes ciudades mexicanas en poco o en nada participan en la realidad jurídica nacional. He de reconocer que donde si son exitosos es en difundir cuestiones legales novedosas en pomposos eventos.
La realidad en las ciudades mas pequeñas (y no por eso menos importantes) es todavía mas triste.
Los colegios y asociaciones son realmente el “Club de Toby” ya que el interés de sus miembros y directivos es simplemente tener el título de miembro de determinada agrupación o ser parte de su consejo directivo.
El ejemplo mas reciente que tengo se da en una ciudad cuyo desarrollo ha estado fincado exitosamente en el turismo. Conozco mas de cuatro agrupaciones de abogados y abogadas que se encuentran “funcionando” en el destino. Recientemente se anunció la llegada de una nueva asociación con presencia nacional para que ahora si exista una verdadera representación del gremio.
Aunque deseo de todo corazón que esta “nueva pero vieja” Asociacion ahora si represente los intereses legítimos de sus integrantes, desgraciadamente les auguro el mismo destino que todas las demás asociaciones, solo será la carta de presentación de Licenciados en Derecho incapaces que se reunirán en pomposas reuniones y que realmente solo buscan tener el titulo de agremiado o directivo de esta nueva asociación.
Conclusión:
Aunque la Selección Nacional llegue al Quinto Partido y aunque Asociaciones Nacionales lleguen a ciudades más pequeñas en México, la realidad no cambiará:
Somos incapaces de tener una consciencia colectiva y mucho menos somos capaces de cambiar nuestra realidad a través de la realidad colectiva.
ogado, Gallardo y Asociados
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