Aeronáutica Civil de México descartó hoy fallos humanos y técnicos en el accidente de avión del pasado 31 de julio en la norteña ciudad de Durango, a pesar de que un tripulante en entrenamiento tuvo el control de la aeronave sin autorización.
"No existe evidencia de fallas mecánicas en la aeronave, ni de fallas humanas en la operación de esta, ya que no hubo información para que la tripulación considerara demorar el despegue", señaló en rueda de prensa Armando Constantino, director de investigaciones de Aeronáutica Civil.
Añadió que "las evidencias obtenidas hasta el momento por la comisión que indagó el accidente apuntan a los factores climatológicos como principal línea de investigación".
Los investigadores informaron de que un tripulante en entrenamiento realizó, con el apoyo del comandante y sin autorización de las autoridades aéreas, los preparativos del despegue, y tomó los mandos de la aeronave hasta que el piloto se los pidió.
Aunque los expertos descartaron que este hecho fuera la causa del accidente, Aeronáutica Civil informó que "se iniciaron los procedimientos administrativos correspondientes para determinar responsabilidades" y sancionarlos por no avisar a las autoridades aeronáuticas.
Aeronáutica Civil informó que la comisión investigadora que estudia el accidente presentará un dictamen definitivo con recomendaciones antes de que termine la actual Administración federal el 1 de diciembre.
El avión, de la compañía Aeroméxico, se accidentó el 31 de julio al intentar despegar del Aeropuerto Guadalupe Victoria de Durango con rumbo a Ciudad de México en medio de una tormenta y con 103 personas a bordo, sin provocar víctimas mortales.
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