El Ejército mexicano y la Policía del estado de Michoacán detuvieron hoy a Ignacio Rentería Andrade, alias el Cenizo, exlíder del cártel de Los Caballeros Templarios y quien es señalado de buscar el control de las operaciones del narcotráfico en el oeste de país.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, confirmó en su cuenta de Twitter la captura de quien era uno de los delincuentes más buscados de México y por quien el Gobierno federal ofrecía una recompensa de 10 millones de pesos (549.511 dólares).
Una fuente del Ejército informó a Efe que el Cenizo fue detenido con uno de sus jefes de sicarios, identificado como Damián Rubio Ruiz, alias el Cabezas, quien ejercía como encargado de las operaciones de tráfico de droga en el puerto internacional de Lázaro Cárdenas, en la costa del Pacífico.
El Cenizo fue detenido en el poblado de Los Olivos, ubicado entre los municipios de La Huacana y Nueva Italia, en una operación estratégica desplegada por el Ejército Mexicano y apoyada por agentes de la Policía de Michoacán.
La captura ocurrió tras un enfrentamiento a balazos en el que dos soldados resultaron heridos. Rentería y su cómplice también resultaron lesionados, aunque su vida no corre riesgo.
El Cenizo trabajó recientemente como lugarteniente de la organización criminal de Los Caballeros Templarios en el municipio de La Huacana bajo las órdenes de Nazario Moreno González, alias el Chayo, y Enrique Plancarte Solís, conocido como el Kike; ambos abatidos por las fuerzas federales.
Rentería también obedecía a los ahora detenidos Dionisio Loya Plancarte, el Tío, y Servando Gómez Martínez, la Tuta.
Tras la muerte o captura de sus jefes, el Cenizo buscó retomar el control del narcotráfico creando su propia organización criminal, la cual mantiene una guerra con los cárteles Jalisco Nueva Generación, H-3, La Nueva Familia Michoacana y Los Viagras.
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