La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó este domingo que subieron a cuatro los mineros hallados sin vida, de un total de siete atrapados, por la inundación y el colapso de una mina en el municipio mexicano de Múzquiz, en el norteño estado de Coahuila.
"El día de hoy a las 6.20 hora local (11.20 GMT) se encontró, tras una labor infatigable por parte de los rescatistas, el cuerpo del tercer minero de los siete que quedaron atrapados tras la inundación en la mina de Micará en Múzquiz, Coahuila", indicó a primera hora del día la STPS en redes sociales.
El ministerio aseguró que seguirá con "los trabajos de rescate en coordinación con el Gobierno del estado de Coahuila, así como con las demás autoridades federales y locales".
Horas después, la Secretaría de Trabajo informó del hallazgo del cuerpo de un cuarto minero. "Se rescató el cuarto cuerpo de los siete mineros que padecieron la inundación en la mina de Múzquiz", indicó también en redes sociales.
Con la recuperación de estos cuatros cuerpos -tres el domingo y uno el sábado- restaría por encontrar a los otros tres mineros atrapados.
Según la organización Familia de Pasta de Conchos, los cuerpos recuperados este domingo son los de los mineros Pedro Ramírez, Humberto Rodríguez y Gonzalo Alberto Cruz.
"Lamentamos profundamente que una familia de Pasta de Conchos tenga que volver a pasar por esta tragedia por la misma negligencia y abuso patronal de hace 15 años", indicó la ONG en Twitter tras la muerte de Rodríguez.
Posteriormente, la ONG denunció que en la lista oficial de desaparecidos había un error en el nombre de uno de los mineros atrapados, si bien el número de afectados sigue siendo de siete. "Ni una lista son capaces de hacer", indicó.
El suceso tuvo lugar en la tarde del viernes y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo en sus redes sociales que en el lugar de los hechos se encontraba la Guardia Nacional y el Ejército, y deseó que "el rescate sea favorable para las familias y para todos".
La hipótesis manejada por las autoridades es que una inundación provocó la ruptura del techo y paredes de la mina, que generó el colapso del lugar, donde quedaron atrapados los siete mineros.
Además de los militares, en el lugar trabajan autoridades de Protección Civil e inspectores de la propia Secretaría de Trabajo para llevar a cabo las labores de rescate, que consisten en sacar el agua mediante bombas para poder acceder a la mina.
El colapso de la mina de Múzquiz, sobre la que pesaban quejas por las malas condiciones laborales, se suma al trágico historial de la región minera de Coahuila.
El accidente trae a la memoria lo sucedido el 19 de febrero de 2006, en la mina de Pasta de Conchos, también en Coahuila, donde 65 trabajadores murieron en un accidente y solo dos cuerpos fueron recuperados.
Desde entonces, ha habido más de 100 muertes de mineros en la zona, según denuncia la organización Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de las víctimas de la tragedia.
Precisamente, este grupo mandó el 23 de octubre del año pasado una carta a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado, quejándose de las condiciones de la mina de Micaran en Múzquiz, accidentada el viernes.
Pero la eléctrica pública se deslindó este sábado de lo sucedido asegurando que la mina accidentada no provee carbón a la CFE y que, por tanto, "era imposible que su director (Bartlett) estuviera enterado de la mina".
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