El presidente estadounidense, Donald Trump, generó hoy alarma en el FBI al asegurar que planea hacer público un informe elaborado por el Partido Republicano, que detalla supuestos abusos de esa agencia y del Departamento de Justicia en su investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) expresó en un comunicado "preocupaciones serias" sobre los planes de la Casa Blanca de permitir la publicación del informe y alertó de que contiene algunas "omisiones de hechos materiales" que podrían comprometer su "exactitud".
El FBI reaccionaba así a las declaraciones que hizo Trump este martes por la noche, al llegar al Congreso para pronunciar su discurso sobre el Estado de la Unión, cuando prometió al congresista republicano Jeff Duncan que publicaría el esperado informe.
"Oh, sí, oh, no te preocupes. (Lo haré) cien por cien (seguro)", aseguró Trump, según un vídeo de la conversación difundido hoy por varias cadenas de televisión estadounidenses.
Preguntada hoy al respecto en una entrevista en la cadena CNN, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, repitió la línea oficial de que, por ahora, "no hay planes de hacer público el memorando", y subrayó que Trump no había sido informado del contenido del documento cuando hizo esos comentarios el martes.
Pero poco después, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, dijo en una entrevista con la emisora de radio de Fox News que el memorando "se hará público bastante rápido", en cuanto los abogados de seguridad nacional del presidente terminen de "revisarlo para saber bien lo que significa".
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. votó este lunes a favor de hacer público el informe, redactado por el personal del congresista republicano Devin Nunes, y dio a la Casa Blanca cinco días para decidir si permitía o rechazaba su publicación, un plazo que concluye este sábado.
Según varios reportes de prensa, el informe alega que el exespía británico Christopher Steele, quien escribió el famoso dossier lleno de detalles sórdidos sobre Trump, proporcionó mala información al FBI.
Con base en esa información, el FBI decidió ampliar sus actividades de vigilancia sobre Carter Page, que por entonces asesoraba en política exterior a la campaña electoral de Trump, por sospechar que estaba actuando como agente ruso.
Entonces, supuestamente el "número dos" del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, firmó una solicitud judicial para efectuar ese espionaje.
Eso ha aumentado la frustración de Trump con Rosenstein, que es el encargado de supervisar al fiscal especial de la trama rusa Robert Mueller, y los demócratas temen que el presidente use ese informe como una excusa para deshacerse del "número dos" del Departamento de Justicia y más adelante, del propio Mueller.
Para despedir a Mueller, Trump necesitaría que Rosenstein autorizara ese despido, y éste ya ha asegurado que no lo hará si no hay una causa justificada.
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