Irán está ampliando su capacidad hospitalaria y ha recibido ayuda de Médicos Sin Fronteras (MSF) ante la pandemia del coronavirus que, según las cifras del Ministerio de Salud difundidas este lunes, ha causado hasta ahora la muerte de 1.812 de los más de 23.000 contagiados.
El portavoz de Salud, Kianush Yahanpur, informó de que en las últimas 24 horas se contabilizaron 1.411 nuevos casos de contagios y que de estos 127 han fallecido.
Yahanpur apuntó que 8.376 personas han superado ya la enfermedad y que el Ministerio de Salud ha evaluado hasta ahora por teléfono o internet el estado de 36 millones de iraníes.
Para hacer frente a la pandemia, el subdirector de coordinación del Ejército iraní, Habibolá Sayarí, dijo hoy en rueda de prensa que van a preparar un hospital con 2.000 camas para atender a pacientes de coronavirus.
El Estado Mayor ha ordenado a la Fuerza de Tierra del Ejército seleccionar un lugar apropiado en la capital, Teherán, para instalar ese centro hospitalario.
Ayer, la televisión estatal difundió imágenes de un hospital que se está montando en el centro comercial más grande de la ciudad, pero Sayarí no precisó si se refería a ese.
Según las Fuerzas Armadas, 52 de los 58 hospitales militares están en estos momentos atendiendo a enfermos de COVID-19 con el fin de descongestionar el sistema sanitario.
En la misma línea, Médicos sin Fronteras (MSF) está en proceso de establecer una unidad de tratamiento para pacientes en estado crítico con COVID-19 en la provincia central de Isfahán.
Esta unidad de tratamiento cuenta con 50 camas y se instalará en el complejo del Hospital Amin en Isfahan, según MSF, que informó asimismo del envío a Irán de un equipo de emergencia compuesto por nueve médicos y especialistas en cuidados intensivos.
También la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varios países, como China, Francia, Catar y Emiratos, han enviado a Teherán cargamentos de ayuda médica con mascarillas, trajes protectores y equipos de diagnóstico del OVID-19.
El desabastecimiento y la crítica situación de Irán ha llevado a varios países como China, Rusia y Pakistán a pedir a Estados Unidos que ponga fin a sus sanciones contra Irán, pero Washington no tiene por ahora intención de relajar su política de máxima presión.
El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, denunció hoy en Twitter que EE.UU. "no está escuchando" esta petición y que de este modo "impide la lucha global contra el coronavirus".
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