Más de 1,4 millones de personas en Nigeria se encuentran en situación de emergencia alimentaria y de extrema vulnerabilidad que fácilmente podría llevarlos a sufrir inanición en julio próximo si la ayuda internacional no llega antes, alertó hoy Naciones Unidas.
"Estamos extremadamente preocupados sobre unos 1,4 millones de personas que están en fase 4 y 5. Los fondos que hemos recibido hasta ahora no permiten entregar los servicios que estas personas necesitan, por lo que su situación podría empeorar dramáticamente en pocas semanas", alertó en rueda de prensa el coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon.
"Si los fondos no llegan, nos enfrentaremos a una grave situación de hambruna", agregó.
Por ahora 1,3 millones de personas se encuentran en lo que la ONU define de fase 4, es decir una situación de emergencia, y otros 43.000, distribuidos en diferentes puntos del noreste del país, están sufriendo ya de hambruna (fase 5).
"Nuestro temor es que esta cifra total de 1,4 millones de personas crezca a 1,5 millones en julio y que todos sufran de inanición, porque es la época en la que no hay nada para comer, en el periodo de las lluvias, antes de la cosecha en septiembre", agregó el funcionario internacional.
El noreste de Nigeria ha sufrido durante ocho años el flagelo de la violencia del grupo terrorista de Boko Haram y de las campañas de contrainsurgencia del Ejército, lo que ha llevado a una región tradicionalmente muy vulnerable a una situación "crítica", según el diplomático.
"En total hay 26 millones de afectados por el conflicto, 14 millones que necesitan ayuda, de ellos 8,5 millones precisan de asistencia humanitaria para sobrevivir y nosotros sólo podemos atender a 6,9 millones", se lamentó Kallon.
Además, Naciones Unidas desconoce el estado de unas 700.000 personas que viven en lugares a donde no se puede acceder a causa de la inseguridad.
En total la ONU solicitó el pasado diciembre mil millones de dólares para hacer frente a esta crisis pero hasta la fecha sólo han recibido el 28 % de lo requerido.
"Tenemos dinero hasta septiembre, después no sé lo que pasará", subrayó el funcionario internacional.
Entre esas personas necesitadas hay 1,2 millones de niños menores de cinco años malnutridos, y de ellos, 450.000 sufren de malnutrición severa aguda.
"Lo peor de todo es que si no mueren de hambre porque logramos asistirles, muchos morirán de enfermedades evitables, dolencias que no les matarían si su sistema inmunológico fuera más fuerte y si estuvieran en una situación nutritiva mejor", sostuvo a su vez el coordinador humanitario adjunto, Peter Lundberg.
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