El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves la muerte hace dos años de Ibrahim al-Asiri, descrito como un "fabricante de bombas y coordinador terrorista" de Al Qaeda.
El individuo "murió en una operación antiterrorista de Estados Unidos en Yemen", señaló el presidente en una declaración divulgada por la Casa Blanca.
La información sobre la posible muerte, ahora confirmada, de Al-Asiri durante un ataque con "drones" estadounidenses se divulgó en agosto de 2018.
Al-Asiri era "probablemente el fabricante de bombas más experto en el planeta", dijo entonces Michael Morell, un exsubdirector de la Agencia Central de Inteligencia. "Era increíblemente creativo e innovador".
Según la confirmación dada hoy por Trump, al-Asiri "construyó los artefactos explosivos que se usaron en el fallido ataque en la Navidad de 2009, y el plan de ataque con un cartucho de tinta de impresora en 2010".
El presidente se refería al incidente en 2009 cuando un individuo que llevaba un artefacto explosivo en sus ropas interiores falló al detonarlo durante un vuelo de avión comercial sobre Detroit.
Según las autoridades estadounidenses, el saudí al-Asiri ocultó artefactos explosivos en cartuchos de impresora fletados por vía aérea a Estados Unidos. Una delación de último momento permitió el descubrimiento de los artefactos.
La sospecha de que al-Asiri trabajaba en una bomba que podría ocultarse en una computadora portátil u otro aparato electrónico móvil llevó a la Autoridad de Seguridad del Transporte (TSA, en inglés) a prohibir tales aparatos en algunos vuelos a Estados Unidos.
Al-Asiri "también fabricó un aparato explosivo para ser usado contra aviones de pasajeros en 2012, y el artefacto usado en el intento de asesinato del príncipe heredero de Arabia Saudí", señaló Trump.
"La muerte de Al-Asiri debilitó significativamente a Al Qaeda en la Península Arábiga", añadió Trump, que prometió seguir "cazando a los terroristas como Al-Asiri".
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