El líder ruso, Vladímir Putin, defendió hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del juicio político abierto en su contra por la oposición demócrata, del que dijo que no prosperará, y presumió de sus 20 años de gestión al frente del Kremlin.
"Usted plantea la pregunta como si la presidencia de Trump estuviera terminando. Precisamente, yo no estoy tan seguro de ello", dijo Putin durante su rueda de prensa anual en respuesta a la pregunta de un analista estadounidense.
Durante más de cuatro horas de comparecencia, Putin rompió una lanza en favor de su colega estadounidense, al que ha invitado a celebrar el próximo 9 de mayo en Moscú el 75º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.
El proceso contra Trump "aún tiene que pasar por el Senado, donde los republicanos, por lo que yo sé, tienen mayoría", recordó Putin.
"Difícilmente los representantes de su partido querrán apartarle del poder por motivos, bajo mi punto de vista, absolutamente fabricados", destacó.
Además, consideró que el juicio político es una continuación de la lucha política de la oposición demócrata contra el jefe de la Casa Blanca con la "injerencia rusa" como arma arrojadiza.
"Un partido que perdió las elecciones, el Partido Demócrata, quiere cosechar resultados por otros medios acusando a Trump de conspirar con Rusia, cuando después quedó claro que no hubo ninguna conspiración. Esto no puede ser el fundamento del 'impeachment'", señaló.
A su vez, se mostró dispuesto a prorrogar antes de finales de año y sin condiciones previas el START III, el tratado que limita el armamento estratégico ofensivo, que expira en 2021 y que Washington parece dispuesto a denunciar.
"Si no hay un START III, entonces no habrá nada en el mundo que impida una carrera armamentista, y bajo mi punto de vista eso es algo malo", precisó.
Putin, que cumplirá el 31 de diciembre 20 años en el poder -cuatro de ellos como primer ministro-, defendió su gestión y rechazó el mito de que Rusia sigue viviendo de las rentas de la desaparecida Unión Soviética.
"Los que consideran que vivimos exclusivamente de los recursos heredados de las anteriores generaciones se equivocan gravemente", apuntó.
En presencia de casi 2.000 periodistas rusos y extranjeros, desglosó entre sus logros el hecho de que el 75 % del potencial productivo de la industria nacional fue generado a partir de su llegada al Kremlin, al igual que la construcción de una decena de centrales nucleares, tres aeropuertos o una docena de estaciones de tren.
"La URSS fue siempre un importador de grano. Quiero recordar que ahora Rusia es uno de los mayores exportadores de trigo. Somos el número uno. Hemos superado a EEUU y Canadá", destacó.
En cuanto a su futuro político, Putin contribuyó aún más a la confusión creada por su salida del Kremlin en 2024 al dejar la puerta abierta a una posible reforma de la Constitución.
"Los anteriores cambios (en la Constitución), afectaron, por lo que yo sé, sólo al número de mandatos presidenciales. ¿Que se podría hacer ahora? En lo que se refiere a los mandatos, derogar la palabra 'consecutivamente'", afirmó.
Esa afirmación dio pie a dos lecturas: su continuación en el Kremlin a partir de 2024 -si la innovación significa borrón y cuenta nueva de los mandatos de Putin- o la limitación a dos mandatos para futuros presidentes.
Putin recordó que, gracias a la palabra "consecutivamente" contenida en el artículo 81, él pudo ejercer el cargo dos veces entre 2000 y 2008, y después de cuatro años como primer ministro, pudo regresar al Kremlin en 2012.
"Y tuve el derecho constitucional de regresar al cargo de presidente, ya que eso ya no eran dos mandatos consecutivos", apuntó.
Eso sí, al término de la rueda, insistió en declaraciones a la televisión pública en que en tal delicado asunto no hay que dar "palos de ciego".
Putin llegó al poder el 31 de diciembre de 1999 de la mano del primer presidente de la Rusia postsoviética, Borís Yeltsin, y debería abandonar el Kremlin en mayo de 2024, aunque la oposición extraparlamentaria sospecha que baraja alguna treta constitucional para perpetuarse en el poder.
Entre otras opciones, Putin podría seguir dirigiendo los destinos de este país en la sombra como presidente de la Unión Estatal entre Rusia y Bielorrusia, que debería entrar en vigor en 2021 en caso de que las actuales negociaciones entre Moscú y Minsk lleguen a buen puerto.
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