Los republicanos cumplieron con el guión anticipado por los sondeos y mantuvieron esta noche la mayoría en el Senado de EE.UU. en los comicios de mitad de mandato, según las proyecciones de resultados de los medios locales, gracias a candidatos afines al presidente estadounidense, Donald Trump.
Antes incluso del cierre de los colegios electorales en la costa oeste del país, las proyecciones indicaban ya que los republicanos se habían hecho con al menos tres escaños que hasta ahora estaban en manos demócratas, lo que apunta a que podrían aumentar la mayoría de 51-49 que venían ostentando hasta ahora.
Aunque aún no se puede confirmar el número exacto de escaños de ventaja con los que contarán los republicanos a partir del próximo enero, cuando tome posesión el nuevo Congreso, las proyecciones de resultados confirman las encuestas de los últimos meses, que apuntaban a una mayoría conservadora en la Cámara Alta.
La primera gran victoria de la noche para los republicanos en el Senado fue la de Mike Braun, que se hizo con asiento del Senado por Indiana, hasta ahora en manos del demócrata Joe Donnelly.
Braun, un empresario republicano, se impuso con el 53,7 por ciento de los votos a Donnelly, que no pudo ganar la reelección en ese bastión republicano, estado en el que el presidente Donald Trump se impuso por más de 20 puntos en 2016.
A lo largo de la campaña, Braun recibió el apoyo de Trump a través de las redes sociales y en persona, ya que el mandatario acudió a mítines en Indiana en dos ocasiones en la última semana.
Además, la ratificación de Donelly en la Cámara Alta se complicó después de que el senador demócrata votase en octubre en contra de la confirmación del juez conservador al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, acusado de haber abusado sexualmente de varias mujeres.
Por otro lado, parece inevitable la derrota de la senadora progresista por Dakota del Norte Heidi Heitkamp, a quien le separan más de 9 puntos del republicano Kevin Cramer, con el 92 % escrutado.
Cramer también jugó en un terreno con condiciones favorables para su victoria, ya que Trump se impuso a Hillary Clinton en ese estado por casi 40 puntos porcentuales en las presidenciales de 2016.
El candidato republicano, que hasta ahora estaba en la Cámara de Representantes nacional, se ganó la confianza de Trump gracias a su apoyo a la ambiciosa reforma fiscal aprobada en diciembre y por abogar por la línea dura en inmigración que defiende el presidente.
En las últimas semanas, Trump también participó en mítines en Misuri para que el candidato republicano, Josh Hawley, avanzara en su disputa con la senadora demócrata Claire McCaskill.
Pese a que las encuestas habían anticipado una lucha férrea por ese escaño, Hawley se impuso por casi 8 puntos porcentuales.
Por otra parte, el senador republicano por Texas Ted Cruz, quien fue retado en los últimos meses por el demócrata Beto O'Rourke acaparando gran atención nacional, consiguió conservar su escaño, aunque por un margen más ajustado de lo que históricamente suelen registrar los conservadores en el estado de la 'estrella solitaria'.
El candidato demócrata estuvo por delante de Cruz gran parte de la noche, pero O'Rourke perdió finalmente la contienda.
"¡Gracias Texas! Ahora volvamos a trabajar para defender empleos, la libertad y la seguridad para Texas y Estados Unidos", señaló Cruz en su cuenta oficial de Twitter.
Las batallas más disputadas aún por dilucidar son las de Florida, con el demócrata Bill Nelson defendiendo su asiento contra el republicano Rick Scott, y el escaño por Arizona que deja vacante el republicano Jeff Flake y se disputan la demócrata Kyrsten Sinema y la conservadora Martha McSally.
Scott, gobernador saliente de Florida, se ha dado como ganador, pero Nelson no ha aceptado su derrota, cuando los separa menos de un punto porcentual y queda un 1 % de votos por escrutar.
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