Las muertes diarias por COVID-19 bajaron en el estado de Nueva York del medio centenar, con 49 fallecidos en la última jornada, la cifra más baja desde que la zona se convirtió en uno de los grandes epicentros mundiales de la pandemia.
Así lo anunció este miércoles el gobernador del estado, Andrew Cuomo, en una conferencia de prensa en la que destacó la continuación de la tendencia positiva en todos los indicadores.
En los tres días anteriores, Nueva York había registrado 56, 54 y 58 muertos por coronavirus. Según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, en total 29.968 personas han perdido la vida por la enfermedad en este estado, de lejos el más golpeado de Estados Unidos.
En el país el número de víctimas mortales supera las 106.000, según esta misma fuente, mientras que el número de positivos confirmados se acerca a los 1,9 millones.
Según Cuomo, las hospitalizaciones se encuentran en su nivel mínimo desde el estallido del brote en la región, pero el riesgo sigue estando ahí.
"El COVID-19 sigue siendo una amenaza real", insistió el gobernador, que mostró su preocupación por el hecho de que las grandes manifestaciones en contra del racismo y de la violencia policial de los últimos días puedan llevar a un repunte de la enfermedad.
La mayor parte del estado inició su reapertura económica, algo que se producirá en la ciudad de Nueva York el próximo lunes, cuando entre otras cosas se permitirá operar a empresas de construcción y manufactureras y a minoristas con servicios de entrega en el exterior de sus tiendas.
En total, se calcula que en esta primera fase volverá a trabajar en la urbe hasta 400.000 trabajadores y que, por tanto, se multiplicará el uso del sistema público de metro y autobuses, que llegó a caer hasta un 90 % como consecuencia del confinamiento.
toca y elige añadir a la pantalla de inicio