Estados Unidos alcanzó este lunes la cifra de 4,286,663 casos confirmados de la COVID-19 y la de 147,588 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del martes) es de 57.039 contagios más que el domingo y de 679 nuevas muertes.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos con 32.645, más que en Francia o España.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.500 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos la vecina Nueva Jersey con 15.804, Massachusetts con 8.536 y California con 8.494.
Otros estados con un gran número de muertos son Illinois con 7.608, Pensilvania con 7.131, Michigan con 6.405, Florida con 5.931 o Texas, con 5.299.
En cuanto a contagios, California suma 454.206, le sigue Florida con 432.747, tercero es Nueva York con 412.344, y Texas cuarto, con 397.747.
El balance provisional de fallecidos -147.588- ha superado ya con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.
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