Los líderes de la OTAN acordaron hoy nuevas iniciativas para reforzar la Alianza, como la creación de cuarteles específicos y el despliegue de una misión de formación de las fuerzas iraquíes, a pesar de los "desacuerdos" que persisten entre Estados Unidos y los aliados en torno al gasto militar.
"Hemos tenido discusiones, tenemos desacuerdos pero, lo más importante, tenemos decisiones que impulsan a esta alianza adelante y nos hacen más fuertes", indicó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de la cumbre de la Alianza en Bruselas.
Stoltenberg reconoció que persisten los "desacuerdos" entre aliados, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reiterara a su llegada lo "injusto" que es a su juicio que su país sea el que asuma más carga financiera en la organización mientras que la mayoría de Estados miembros aún están lejos de cumplir con el objetivo de gastar el 2 % de su PIB en Defensa para 2024.
Por el momento, la previsión es que sean ocho los aliados que logren esa meta este año.
"En la historia de la OTAN hemos tenido muchos desacuerdos y hemos sido capaces de superarlos una y otra vez", señaló el secretario general aliado, quien precisó que, "a fin de cuentas, estamos de acuerdo en que Europa y Norteamérica están más seguras juntas".
En su declaración, los líderes reafirmaron su "inquebrantable compromiso con todos los aspectos" de la promesa que hicieron en la cumbre de Gales (Reino Unido) de 2014, y celebraron los progresos realizados desde esa fecha.
"Estamos comprometidos a mejorar el equilibrio de reparto de los costes y responsabilidades correspondientes a ser miembro de la Alianza", indicaron.
El secretario general aliado recordó que el reparto de la carga no sólo se refiere al "dinero" que deben invertir los países, sino también a las "contribuciones" y las "capacidades".
Entre los logros de esta cumbre figura la aprobación de una nueva misión en Irak para formar y asesorar tropas, complementaria al trabajo de la coalición internacional que combate al grupo terrorista Estado Islámico (EI), además de más apoyo a países como Jordania y Túnez, donde España se ha ofrecido a liderar el adiestramiento y capacitación de tropas.
"La prevención es mejor que la intervención. Para prevenir la actuación del Dáesh hay que reforzar la formación", explicó Stoltenberg.
La misión en Irak, que los aliados preparan desde hace meses, contará con varios cientos de formadores y estará liderada por Canadá.
El primer ministro del país, Justin Trudeau, se ofreció hoy a asumir durante un año el mando de esta misión, a la que contribuirá, además, con 250 soldados.
También los aliados aprobaron que el centro de operaciones en Nápoles coordine las actividades de la OTAN en el flanco sur, una decisión que celebró el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien la calificó como "un paso muy importante para reforzar" la seguridad en los países del sur, al tiempo que alertó de las "amenazas" que conlleva la inmigración "en términos de seguridad".
"Las amenazas son grandes en materia de terrorismo. Nosotros estamos también comprometidos en el frente de la inmigración, ya que de la misma inmigración pueden venir riesgos y peligros en un marco desestabilizador", afirmó el presidente del Gobierno italiano, formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S).
Igualmente, impulsaron la ampliación de la estructura de comando con nuevos cuarteles para el Atlántico en Norfolk (Virginia, EEUU) y para apoyo logístico en Ulm (Alemania).
Además, se abrirá un nuevo centro de ciberoperaciones en el Cuartel General Militar Aliado (SHAPE), en Mons (sur de Bélgica).
Otro resultado de la cumbre fue una iniciativa para tener disponibles para su uso, en un plazo máximo de treinta días, treinta batallones mecanizados, treinta escuadrones aéreos y treinta buques de combate.
La OTAN invitó asimismo a Macedonia a iniciar las conversaciones para su adhesión a la Alianza, si se confirma y aplica el acuerdo alcanzado entre Skopje y Atenas sobre el nombre del país, un conflicto que frenaba su ingreso por el veto de Grecia.
En la agenda de mañana, los líderes abordarán las relaciones con Ucrania y Georgia y la misión de formación de las fuerzas de seguridad afganas, para la que se espera que confirmen su apoyo financiero más allá de 2020.
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