La lira turca sigue recuperándose, pese a medidas comerciales contra EEUU



UntrabajadorcambiadineroenunpuestodecambiodedivisaenEstambul Sedat Suna|EFE|Un trabajador cambia dinero en un puesto de cambio de divisa en Estambul

La lira turca ha vivido hoy su segunda jornada de recuperación tras el "lunes negro" pasado en el que cayó a mínimos históricos, y se sitúa a niveles del viernes pasado, pese a que las tensiones con Estados Unidos no se han resuelto y Ankara incluso anunció nuevos aranceles a productos estadounidenses.

La lira, que cotizaba desde ayer en las 7,2 unidades por euro - tras haber rozado las 8 liras el lunes - empezó la jornada con una rápida subida del 7%, si bien luego perdió la mitad del terreno recuperado.

Durante la tarde, la moneda turca fue mejorando lentamente, cerrando con valores de alrededor de 6,8 liras por euro y 6,0 por dólar.

La subida coincidió con el anuncio de la Agencia de Regulación y Supervisión bancaria turca (BDDK) de una nueva medida para limitar las permutas financieras de los bancos turcos.

Según la orden emitida por la BDDK, los bancos turcos ya no pueden superar el 25 % de su capital propio al acordar permutas de moneda extranjera.

La lira turca se ha colocado en los niveles del viernes pasado, antes de iniciar lo que fue un desplome inaudito en la tendencia bajista de los últimos años, acelerado en las últimas semanas por las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, aún sin resolver.

De hecho, el Boletin Oficial de Estado anunció hoy nuevas medidas comerciales contra EEUU, al elevar de forma llamativa los aranceles sobre 22 categorías de productos estadounidenses impuestos en junio pasado.

"Ante los ataques económicos conscientes de la Administración de EEUU y en el marco del principio de reciprocidad, se han incrementado las tasas en la importación de algunos productos", afirmó el vicepresidente turco, Fuat Oktay.

Horas más tarde, el portavoz de Presidencia turco, Ibrahim Kalin, buscó un tono algo más conciliador al asegurar que Turquía "no está a favor de guerras comerciales" pero "no se puede quedar sin reaccionar cuando es blanco de un ataque".

El decreto publicado hoy grava la importación de productos como tabaco, nueces, arroz, vehículos, alcohol, cosméticos y carbón y establece subidas de entre el 10 por ciento en productos de madera, el 60 por ciento en el tabaco y el 140 en el caso del alcohol.

"Hemos duplicado las tasas aduaneras sobre 22 productos, una medida que equivale a 533 millones de dólares", declaró a la prensa local la ministra turca de Comercio, Ruhsan Pekcan.

"No renunciaremos a proteger a las empresas turcas contra las medidas injustas de Estados Unidos", prometió Pekcan, en referencia a la decisión de Washington, anunciada la semana pasada, de duplicar los aranceles sobre importaciones de hierro y aluminio desde Turquía.

La medida fue anunciada el viernes pasado por el presidente estadounidense, Donald Trump, en Twitter y aceleró la caída de la lira, lo que suscitó la protesta de Turquía, que se consideró objetivo de un "asedio económico", en palabras del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Sin embargo, ya en junio, Ankara había impuesto aranceles a las 22 categorías de mercancías cuyas tasas duplicó hoy, entonces en respuesta a la decisión de Washington de no extender la exención a los gravámenes del 25 % y 10 % al acero y el aluminio para la UE, Canadá y México, medida contestada de similar modo por Bruselas.

Las tensiones comerciales entre Ankara y Washington se han incrementado por la detención del predicador protestante Andrew Brunson, que lleva casi dos años en prisión preventiva en Turquía bajo cargos de "vínculos terroristas" que EEUU considera fabricados.

Un juzgado penal de Esmirna volvió a rechazar hoy un recurso de Brunson, en arresto domiciliario desde el mes pasado, como ya hizo ayer, y será un tribunal superior que evaluará próximamente la apelación.

Aunque las tensiones diplomáticas pueden haber contribuido a ahuyentar a los inversores, los analistas coinciden en que la causa principal de la caída de la lira es la fragilidad de la economía turca, basada sobre todo en el consumo nacional, con un importante déficit comercial y aquejado de una inflación que este año supera el 15 por ciento.

Los expertos creen que la única medida eficaz sería una fuerte subida de los tipos de interés, pero Erdogan se ha pronunciado reiteradamente contra esta medida.

Mañana, el ministro de Finanzas y yerno de Erdogan, Berat Albayrak, mantendrá una videoconferencia, coordinada por varios bancos, con unos 3.000 inversores para calmar los mercados, señala hoy la cadena NTV.

La última conferencia de Albayrak, el viernes pasado, para anunciar un "nuevo plan de medidas económicas", que finalmente no llegó a concretar, coincidía con el inicio del desplome de la moneda.










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