La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) de México informó hoy que investiga el ciberataque a diversas instituciones financieras que causó afectaciones en el servicio de transferencias electrónicas del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI).
En un comunicado, la institución dijo que, a través de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de su unidad especializada en investigaciones cibernéticas, trata de esclarecer los hechos, recabando "los registros y procedimientos de operación de todos los sistemas involucrados" que soportan la operación del SPEI.
"Estas acciones tienen la finalidad de identificar la vulnerabilidad, los vectores de ataque y el modus operandi de posibles involucrados en las transferencias electrónicas ilegítimas sobre la plataforma de pagos SPEI", señaló.
Hasta el momento, la Fiscalía cuenta con "diferentes líneas de investigación", que se analizarán con el objetivo de "reconstruir los hechos ocurridos en días pasados" e identificar a los responsables.
La Fiscalía recordó que en su proceso de recopilación de información trabaja en coordinación con el Banco de México (Banxico).
El banco central anunció este martes la creación de una Dirección de Ciberseguridad después de que se diera a conocer el ataque.
Este nuevo organismo tendrá como fin "establecer políticas, lineamientos y estrategias institucionales para fortalecer la seguridad de la información que gestiona el Banco".
De acuerdo con lo referido por Banxico, no hay indicios de que ningún cliente se haya visto afectado por el fallo en el SPEI, "toda vez que las incidencias se han presentado en cuentas de las propias instituciones financieras", las cuales "han sido acotadas".
Durante 2017 se realizaron más de 480 millones de operaciones vía SPEI por un monto de 270,4 billones de pesos (13,70 billones de dólares), según datos de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Precisamente, el vicepresidente de la ABM, Luis Robles, explicó este día a medios que los bancos ya recuperaron el dinero tras el ciberataque.
Explicó que el ataque no fue al SPEI, sistema que aseguró "esta bien cuidado y muy protegido" y contó que proveedores del sistema se metieron a él y fueron los que "contaminaron las transacciones".
Aceptó que hubo afectaciones que calificó de "menores" e indicó que los usuarios "no perdieron un peso" y la posible pérdida de los bancos la estimó en unos 100 millones de pesos (unos 5 millones de dólares) y no en los 400 millones de pesos que se publicaron en distintos medios.
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