Cemex, una de las mayores productores de cemento del mundo, anunció este lunes la paralización temporal de su producción en México hasta el 30 de abril en cumplimiento del decreto del Gobierno que obliga a frenar las actividades económicas no esenciales por la crisis sanitaria del coronavirus SARS-CoV-2.
"De conformidad al decreto emitido por la Secretaría de Salud de México, en respuesta a la pandemia de COVID-19, Cemex cesó temporalmente su producción y algunas actividades relacionadas en México hasta el 30 de abril de 2020", detalló la empresa originaria de Monterrey en un comunicado.
La cementera informó también que está analizando con las autoridades si alguno de sus productos "es necesario para garantizar la continuidad de las actividades esenciales definidas en el decreto".
Hasta el momento, el Gobierno mexicano no considera esencial la industria de la construcción, pero si cambiara de parecer, la compañía expresó que "estaría lista" para reanudar sus operaciones.
La cementera dijo estar preparada para cumplir con "los requisitos más estrictos de salud y seguridad" y explicó que sus equipos comerciales en todo el mundo ya están trabajando de forma remota mediante plataformas digitales.
"Para Cemex, la salud y la seguridad de nuestros empleados, contratistas, proveedores, clientes y comunidades es una de nuestras prioridades. Desde que el COVID-19 surgió como una amenaza, activamos nuestros equipos de respuesta rápida", expresó el director general, Fernando González, según recoge el comunicado.
Asimismo, la empresa anunció que prevé reducir sus costos por 200 millones de dólares en 2020, puesto que considera aplazar ciertas inversiones a raíz de la crisis sanitaria.
"La compañía monitorea de cerca la pandemia global de COVID-19 y dará una actualización de información durante su llamada de resultados del primer trimestre de 2020", comunicó.
En 2019, Cemex anotó un beneficio neto de 143 millones de dólares en 2019, un 73 % menos que los 528 millones de dólares de ganancias de 2018.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió este domingo dos millones de nuevos empleos, una mayor inversión pública y ampliar los programas de bienestar social en un escueto plan de reactivación económica para paliar la crisis del coronavirus que fue recibido con dudas por los empresarios, quienes piden aplazar pagos de impuestos.
La economía mexicana se contrajo un 0,1 % en 2019 y analistas privados prevén una caída de cerca del 4 % del producto interior bruto (PIB) este año por el coronavirus.
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