La empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) necesita un sólido consejo de administración con expertos independientes para ejercer como órgano de vigilancia y contrapeso, afirmó este lunes el economista jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano.
Con motivo de la presentación del informe "Situación Banca México", Serrano comentó la delicada situación financiera que atraviesa Pemex al considerar insuficientes las medidas de rescate financiero que anunció el Gobierno mexicano la semana pasada.
"El apoyo del Gobierno va en la dirección correcta, pero no resuelve el problema estructural", dijo Serrano en una conferencia de prensa.
El Gobierno mexicano anunció el pasado viernes un plan de ayudas extraordinarias a Pemex por valor de 107.000 millones de pesos (unos 5.550 millones de dólares) para este año.
Pero tanto la agencia de medición de riesgo Fitch Ratings como BBVA Bancomer estiman que las ayudas que necesita Pemex oscilan entre los 12.000 a 17.000 millones de dólares anuales durante un periodo de cinco años.
Pemex arrastra una serie de problemas crónicos como la ineficiencia en su gestión, el poder de los sindicatos, las pérdidas por el permanente robo de combustible y la corrupción.
Mientras que la producción de petróleo ha bajado de los 3,4 millones de barriles diarios a los 1,8 millones actuales.
Como aspecto positivo, Serrano indicó que las ayudas financieras anunciadas la semana pasada por el Gobierno han logrado al menos "ganar algo de tiempo que evite una bajada en la calificación aún mayor, aunque no se revuelva el problema fundamental".
Fitch anunció en enero pasado que bajaba de BBB+ a BBB- la calificación de Pemex, lo que situó a la empresa a un paso de perder el grado de inversión y pasar a terreno especulativo, lo que sería un golpe muy duro para la financiación de la deuda.
El economista jefe del BBVA Bancomer destacó que aunque Pemex acumula graves problemas durante años, ha aumentado la preocupación en el mercado internacional por dos decisiones puntuales del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que asumió la Presidencia el pasado 1 de diciembre.
Por un lado, la suspensión de los proyectos con empresas privadas y, por otro, la iniciativa de construir una nueva refinería cuando es un negocio con muy poco margen de ganancia, que no mejorará la precaria situación financiera de Pemex.
A ello se une, según Carlos Serrano, la necesidad de Pemex de disponer de un sólido consejo de administración con expertos independientes.
Tal y como ocurre en empresas internacionales para que exista un equilibrio y actúe como un órgano "de vigilancia y contrapeso".
Las ayudas del Gobierno a Pemex comprenden su capitalización anual por 1.298 millones de dólares, un pago adelantado de pagarés por 1.818 millones de dólares, un incentivo fiscal de 778,8 millones de dólares y ahorros por el combate al robo de combustible por 1.661 millones de dólares.
Fitch destacó que esta inyección financiera puede ayudar a que Pemex tenga un flujo de fondos libres neutral y a que no incremente su deuda.
"Pero las inversiones en exploración y producción se mantendrán presionadas y no ayudarán a mejorar la producción y la disminución de reservas", precisó.
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