El periodista Jorge Ramos, presentador estrella de la cadena hispana Univision, explora en su nuevo libro, "Stranger", qué significa ser un inmigrante en un EE.UU. al mando de Donald Trump, un presidente que, a su juicio, trata de "promover el racismo de manera oficial desde la Casa Blanca".
En entrevista para Baja Press el mexicano confiesa que "nunca había visto y escuchado a un presidente de Estados Unidos promoviendo ideas racistas", como actualmente ocurre, pues el actual inquilino de la Casa Blanca ha generado un ambiente "hostil y peligroso" para los atemorizados inmigrantes.
Resalta que la gravedad de este comportamiento se constata cuando Trump dijo que el magistrado Gonzalo Curiel, que vio el caso judicial de la extinta Universidad Trump, no podía realizar su trabajo de manera imparcial por su herencia mexicana.
"El odio es contagioso y se comunica de arriba hacia abajo", apunta el conductor de Noticiero Univision, quien en su décimo tercera publicación deja patente su preocupación por la "falsa idea de quiénes son los inmigrantes y los latinos" que propugna Trump.
"El primer mito que debemos destruir es que los inmigrantes son criminales", manifiesta el periodista en alusión al calificativo de "criminales, narcotraficantes y violadores" que Trump dedicó a los inmigrantes mexicanos cuando lanzó su candidatura a la Presidencia en junio de 2015.
El autor de "Stranger", que en español se podría traducir como "Forastero", confiesa que desde que llegó a Estados Unidos en 1983 nunca había sentido un "ambiente tan antiinmigrante" y que la culpa es de Donald Trump y de las 63 millones de personas que votaron por él y "repiten sus ideas racistas".
"Es muy difícil ahora ser inmigrante en Estados Unidos", dice el periodista estrella del principal canal hispano del país, quien reconoce que él mismo ha sido objeto de ataques y ofensas en las redes sociales.
Puso de relieve que en la comunidad latina hay un "verdadero pánico" por culpa del "efecto Trump".
Para Ramos, el trasfondo de todo ello es el "interés implícito de Trump y de sus asesores de revertir el increíble cambio demográfico que está viviendo Estados Unidos", un país en el que se prevé que para el año 2044 los blancos ya no sean mayoría y representen solo el 49,7 % de la población.
"Trump tiene una visión nostálgica de Estados Unidos, nos quiere regresar a 1965 cuando casi el 85 % de la población era blanca", asevera el conductor de Univision quien resalta que en la actualidad los blancos constituyen cerca de un 62 % del total de habitantes.
Con todo, para las elecciones legislativas de noviembre próximo no cree que vaya a haber mayores sorpresas, más allá de que los demócratas recuperen posiciones, pero señala que el gran reto será "cómo quitar a Donald Trump de la Presidencia" en 2020, para lo que no se atreve a hacer predicciones.
Cree, sí, que el mandatario ha obligado a los periodistas en EE.UU. a "replantearse su profesión y su papel", y "dejar a un lado la neutralidad en casos de racismo, discriminación y violación a los derechos humanos".
Ganador de varios premios Emmy por su trabajo como periodista, el nombre de Jorge Ramos ganó notoriedad entre los medios anglosajones cuando en agosto de 2015 el entonces aspirante presidencial Donald Trump no le dio la palabra en una rueda de prensa, de la que además lo expulsó.
"La única otra persona que evitó que le hiciera más preguntas con un guardaespaldas fue Fidel Castro", rememora el autor, quien en "Stranger" inicia su relato precisamente con ese "ataque a la libertad de expresión" que fue su expulsión de la rueda de prensa.
La publicación, que presentará el próximo 23 de marzo en la Feria del Libro de Miami como parte de su programación "Year'Round" de eventos culturales, sirve al mexicano nacionalizado estadounidense para abordar también su condición de "anfibio", como le dijo una vez, "y con razón", la escritora Sandra Cisneros.
"La tragedia es que nunca seré suficientemente americano para los americanos, y con 35 años fuera nunca seré lo suficientemente mexicano para los mexicanos", reflexiona alguien que se mueve con fluidez en español e inglés, y que a veces se siente "chilango", de la Ciudad de México, a veces "chicano", de California, estado al que llegó cuando migró a EE.UU.
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