La tormenta tropical Bud impactó hoy la franja turística de Cabo San Lucas, estado mexicano de Baja California Sur, con un fuerte oleaje y lluvias intensas, que afectan gran parte del noroeste de México, informaron hoy las autoridades de Protección Civil.
El centro del ciclón se localizó 50 kilómetros al sur de Cabo San Lucas a las 19,00 horas (24,00 GMT) y avanza hacia Cabo San Lucas a una velocidad de 11 kilómetros por hora por lo que tocará tierra en las siguientes horas, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Con vientos de 75 kilómetros por hora y rachas de hasta 95, un oleaje de hasta cuatro metros y lluvias de 150 litros por metro cuadrado, Bud ha comenzado a afectar también las costas del estado de Sonora, en el noroeste de México, a donde se espera llegará en las próximas 36 horas.
En la zona turística de Cabo San Lucas se encuentran al menos 21.000 turistas, según informó el Gobierno de Baja California en un comunicado y en algunas zonas se presentan avenidas de agua que cubren algunas calles, pero no se ha informado de víctimas ni daños materiales a la espera de las revisiones posteriores Las autoridades de Protección Civil de Baja California Sur tomaron medidas previas al embate de Bud, entre ellas suspender las clases en las escuelas hasta el próximo lunes, restringir la navegación marítima y habilitar refugios.
El Gobierno estatal puso bajo vigilancia una amplia zona costera que comienza en Cabo San Lucas, en el sur, y que se extiende hasta San Evaristo, al norte de La Paz, la capital del estado.
La navegación de embarcaciones menores en Cabo San Lucas fue suspendida desde media semana y las autoridades del estado han pedido a la población mantenerse atenta de los anuncios de Protección Civil.
"Cada ciclón tiene una experiencia diferente; depende que cómo se reciba", señaló para Baja Press la empleada de un comercio durante los preparativos para el impacto de Bud, sobre el cual expresó que su mayor preocupación fue "dejar la familia en casa".
El Gobierno estatal anunció en un comunicado que se han activado todos los protocolos para "atender a los 21,000 visitantes que se encuentran registrados al sur de la entidad, a fin de que se mantengan informados y seguros".
Un turista que estaba en la zona de Cabo San Lucas dijo que las recomendaciones que le hicieron fueron "no acercarse a la playa" y en los hoteles "alejarse de las ventanas y de las zonas de peligro".
El Gobierno local pidió a los habitantes evitar las "compras de pánico" de alimentos, víveres y combustibles, al asegurar que se han tomado las medidas para garantizar el abasto en las horas posteriores al paso del ciclón.
La Comisión Federal de Electricidad ha preparado los equipos y el material para que, en caso de ser necesario, tome la iniciativa de inmediato para mantener el suministro eléctrico en la zona, que tiene unos 85.000 habitantes.
Las bandas nubosas de Bud favorecen tormentas de muy fuertes a intensas en Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit y Jalisco, en la zona oeste y noroeste de México, así como oleaje elevado en costas de dos a cuatro metros en Baja California Sur, y de uno a tres metros en Sinaloa y Nayarit.
Los pronósticos apuntan a que Bud cruzará la Península de Baja California durante el amanecer del viernes para tocar aguas del Golfo de California, donde se degradará a depresión tropical y afectará las costas del estado de Sonora.
Para este viernes se espera que Bud toque la línea de costa de Sonora, por lo que las autoridades de Protección Civil han decretado varios niveles de alerta de acuerdo a la cercanía e intensidad esperada del ciclón.
En alerta verde (peligro bajo) se encuentran doce municipios del sur de Sonora; otros 38, en la parte central del estado, se encuentran en fase azul (peligro mínimo), precisó Protección Civil del estado.
Los pronósticos apuntan que Bud cruzará el estado de Sonora con dirección a Nuevo México (Estados Unidos), a donde llegará a primeras horas del sábado Las costas de Baja California Sur han sido afectadas por varios ciclones en los últimos cinco años; en 2014, el huracán Odile dejó dos muertos y daños por 224 millones de dólares, según las aseguradoras.
En 2016, la zona se vio tocada por el huracán Newton, que dejó cinco muertos, y en 2017 la tormenta tropical Lidia causó la muerte de siete personas.
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