Mientras las labores de rescate continúan pasados ya seis días del sismo de magnitud 7,1 en la escala de Richter que azotó México el pasado 19 de septiembre, los cascos de protección de los miles de mexicanos que realizan estos trabajos muestran mensajes de todo tipo que apelan a no perder la esperanza.
"Quien no vive para servir, no sirve para vivir"; "100 % chingones" o "Gracias por tu esfuerzo" son algunos de los mensajes rotulados que acompañan al esfuerzo titánico que están realizando la ciudadanía y las autoridades.
Estos mensajes son pintados por los propios rescatistas y por las personas que están pendientes de atenderles por si tienen heridas, cortes o entumecimientos durante su actividad, que requiere de una disponibilidad de 18 a 24 horas.
La razón de pintar los cascos es clara: que cuando uno de estos trabajadores mire a un compañero, pueda sentir palabras de aliento que le recuerden que, pese a que el tiempo se agota, todavía quedan motivos para continuar.
Tampoco le falta al mexicano el humor ante esta situación catastrófica, que se ve reflejado en sus cascos con dibujos que remiten la cultura popular como la cara Homer Simpson o una calavera pirata.
En las latas de víveres que llegan cada día a los centros de acopio situados por toda la ciudad, los mensajes también están presentes.
"Las quesadillas se comen con queso. Ánimo" o "Tu fuerza es mi fuerza. Vamos, México", son algunos de los mensajes que los mexicanos encuentran en su camino por rescatar a su gente.
El terremoto se ha cobrado la vida de al menos 324 personas y por el momento las autoridades de Ciudad de México han garantizado que las labores de rescate continuarán.
El aguante del cuerpo humano en situaciones extremas es de 72 horas según expertos y los equipos de rescate siguen desbordados trabajando por salvar vidas.
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